Nada especial porque ya celebró un cumpleaños más familiar en Río, durante sus vacaciones. Quizá una pequeña fiesta privada con la gente que le rodea en Madrid. Sus amigos de la infancia, Wesley Menezes y Luiz Felipe Menegate, su tía Vanessa, algún familiar más y su equipo más estrecho de trabajo. Así celebrará Vinicius hoy sus felices 22, en el mejor momento de su carrera. El crack brasileño ha multiplicado su valor por diez, de 10 millones a 100, desde que el Madrid lo fichó, en 2017, cuando sólo tenía 16 años. Tuvo que esperar hasta cumplir los 18 para poder cruzar el charco. Y ese viaje fue el pistoletazo de salida hacia una nueva vida.
Ahora Vinicius es otro. Ya no celebra su cumpleaños en un estrecho apartamento del peligroso barrio de favelas de Sao Gonçalo, cerca de la bahía de Río de Janeiro, donde la estrella del Madrid nació y creció rodeado de delincuencia y dificultades. En su infancia vio poco a su padre, obligado a emigrar a un estado vecino para trabajar instalando cableados. Ni siquiera eso era suficiente para mantener a la familia. Ahora es Vinicius quien se encarga de ello. Y celebra su cumpleaños en una lujosa mansión en La Moraleja, ya sin estrecheces, donde vive rodeado de jóvenes que, como él, salieron de ese difícil ambiente, algo que le ayuda a recordar constantemente sus orígenes.
Ahora, con 22 años recién cumplidos, Vinicius es el segundo jugador más valioso del planeta (sólo por detrás de Mbappé), según la valoración de mercado del Instituto CIES, y por supuesto en el Madrid o de los nacidos en su país. Esta pasada temporada, en la que se destapó marcando 22 goles y dando 20 asistencias, ha sido la de su explosión definitiva, coronada con el gol de París. desde entonces su relevancia en las redes ha subido como la espuma. Está el 13 en el ránking mundial que encabeza Cristiano (714 millones de seguidores), al que siguen Messi (449), Neymar (321) y Sergio Ramos (109). Todos los que están por delante del madridista, excepto Mbappé, se acercan o superan los 30 años. Vini tiene ahora 33,5 millones y empezó la campaña 21-22 con 13.
Con todo, Vinicius sigue teniendo los pies en el suelo. Lo demostró en la gala benéfica que organizó hace unos días para recaudar fondos para las escuelas de Brasil. “Siempre soñé con este momento, con hacer realidad el sueño que ha tenido mi familia, que no es otro que ayudar a los que lo necesitan tanto como lo necesité yo cuando era pequeño”. El joven crack rompió a llorar en mitad de su discurso. Y ese recuerdo duro y difícil es el que le hace avanzar con toda la determinación necesaria para ser una estrella en la élite.
Con 22 años arranca su quinta temporada en el Madrid, con el que ya ha jugado 170 partidos y marcado 37 goles. Sin Mbappé en equipo blanco (los dos juegan por la izquierda), el brasileño tiene pista libre para seguir con su despegue. En el horizonte, el Mundial de Qatar y el Balón de Oro, que en un futuro cercano también quiere ganar.