Tiqui-taca 2.0 – AS.com

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Tiqui-taca 2.0 – AS.com

El estadio Al Thumama de Doha vivió la resurrección del tiqui-taca, en sensaciones pero sobre todo en números. España volvió a acaparar la posesión y lo hizo además con verticalidad y mucho sentido. Un 78 por ciento de balón en su estreno mundialista ante Costa Rica corona a la Roja para presentar, con hechos fundados, una muy seria candidatura al Mundial de Qatar.

España intentó 1060 pases y completó casi la centena, 998. Con estos guarismos, superar el 90 por ciento de éxito denota una gran precisión, que emula el que bordaron las selecciones campeonas en las Euros 2008 y 2012 y el Mundial 2010.

Pero el estilo que propugna Luis Enrique en la Roja ha evolucionado sobre el que instauró Luis Aragonés y que luego mantuvo Vicente del Bosque. La combinación constante y casi siempre precisa entre los jugadores españoles estuvo acompañada siempre por la intención de buscar la portería defendida por Keylor Navas. 17 tiros totales, 7 de 7 por cierto entre los tres palos (Navas no detuvo ni uno) y ocho que se marcharon fuera, demuestran que la Selección española no se dedicó nunca al toque estéril para buscar más bien el área rival con mucho sentido. Y no disparó España para nada por disparar: 13 tiros se produjeron dentro del área y los otros 4 desde la frontal.

La intención y la capacidad para asumir riesgos del equipo de Luis Enrique quedan recogidas en una estadística: el afán por romper líneas rivales. Lo consiguió España en nada menos de 177 de las 219 veces que lo intentó. Un alto porcentaje sobre el que se comprende el caudal ofensivo mostrado por la Roja en su estreno mundialista.

La nueva España 2.0 que construye el técnico asturiano se clona sobre el centro del campo mítico del Barcelona y la Selección. Busquets, una década después, Pedri en el lugar catalizador de Xavi Hernández y Gavi como un proyecto de Iniesta que, además, muestra una agresividad importante. Es pronto para lanzar las campanas al vuelo, pero la cosa pinta muy bien.