Las curiosas fechas de esta temporada afectan más que nunca a las convocatorias de los seleccionadores y su criterio a la hora de elegir su plantilla. Con los Mundiales en junio, los entrenadores tienen diez meses de competición para confeccionar su equipo. Sin embargo, Qatar se celebrará solo tres meses después de que comience esta 2022-23. Es decir, solo tres meses más tarde de que los clubes arranquen una nueva temporada con un nuevo técnico e incluso los jugadores en un nuevo club.
Por ello, estos tres meses serán muy intensos para todos aquellos jugadores que no tengan su puesto garantizado, que no son pocos. Agosto, septiembre y octubre serán tres meses de casting para intentar impresionar al seleccionador y poder vivir, en muchos casos, el último Mundial de sus carreras deportivas. Este es el caso de Sergio Ramos. Por ejemplo, el español no hubiese tenido ni una mínima posibilidad de ir al Mundial de haberse jugado en las fechas tradicionales. El jugador con más internacionalidades de la historia de España solo jugó trece partidos la temporada pasada encadenando varias lesiones de larga duración y no es convocado desde marzo de 2021. Sin embargo, este verano parece que ha dejado atrás esos problemas físicos y está rindiendo a un gran nivel en el PSG. El 3-4-3 de Galtier le ha sentado bien y está dejando una gran impresión en estos primeros partidos. De seguir así, Luis Enrique podría echar mano del capitán para jugar el que debería ser su último Mundial.
No es el único que intenta convencer al técnico asturiano. Marc Cucurella se ha convertido en el segundo español más caro de la historia y, sin embargo, no ha ido nunca a la Selección. Su papel de estrella, como indica su precio, en el Chelsea puede hacer cambiar de opinión a Luis Enrique. Otro caso claro es el de Thiago, que fue elegido en el once de la temporada de la Premier pero, entre lesiones y no convocatorias, no jugó con España en la 2021-22. Su lesión de seis semanas le resta tiempo. Delanteros como Morata o De Tomás todavía no tienen claro si seguirán jugando esta temporada en su actual club, pero también son nombres que harán todo lo posible para llamar la atención en estos meses. Y no solo para ir convocados, sino también para ganarse un puesto en el once. Unai Simón, Carvajal, Laporte o Busquets son algunos de los que, a priori, parten como titulares indiscutibles, pero los onces de Luis Enrique siempre están abiertos a nuevos cambios.
Y no solo habrá españoles dejándose la piel en estos tres meses para ir al Mundial. Los madridistas Camavinga y Rodrygo intentarán usar sus minutos desde el banquillo para acudir a su primera cita mundialista. Le ocurre lo mismo a Lodi y Correa, del Atlético, que todavía no saben lo que es ir a un Mundial. Diferente es el caso de Lemar o Dembélé, dos campeones del mundo en 2018 que han perdido su puesto en las listas de Deschamps.
Fuera de la Liga hay jóvenes como Smith-Rowe, Adeyemi o Gonçalo Ramos que no tienen nada clara su presencia en Qatar. Bremer, fichado por la Juventus para sustituir a De Ligt por 41 millones de euros, no ha ido convocado nunca con Brasil. Y los romanistas Wijnaldum y Dybala perdieron su puesto o su rol de titulares indiscutibles en sus selecciones hace meses.
Además, hay que tener en cuenta que estos meses no solo pueden servir para ir a Qatar, también pueden valer para dejar de ir. Todavía está por ver la importancia que tienen en sus nuevos clubes jugadores como Kalvin Phillpis, Tchouaméni, Gravenberch o De Ketelaere. Serán tres meses intensos para todos ellos.