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No era la primera aventura de este tipo que había acometido: ya viajó en bicicleta a Arabia Saudí en plena pandemia y pasó 5 meses confinado en un campo de refugiados
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Sus amigos, que destacan su “gran corazón” siempre dispuesto a ayudar, recibieron un último WhatsApp suyo: “Está esto caliente, pero todo bien”
Cada día que pasa sin noticias de Santiago Sánchez Cogedor aumenta la angustia provocada por la incertidumbre. Oriundo de Alcalá de Henares, Madrid, lleva desaparecido desde el 2 de octubre, cuando contactó con sus allegados por última vez encontrándose en la frontera del Kurdistán con Irán; un destino de paso en el periplo que decidió iniciar a pie desde la capital española a Qatar para ver el Mundial de fútbol.
De 40 años, su aventura de más de 11.000 kilómetros la inició en el mes de enero. En el viaje, cruzaría Francia, Mónaco e Italia, hasta llegar por la costa adriática a Albania, pasando después por Grecia, desde donde partiría a Turquía y al Kurdistán iraquí, donde desapareció.
“Último pueblo en el norte de Irak. Me separa una montaña para llegar a Irán, el siguiente país antes de llegar a Qatar”, explicaba el pasado 1 de octubre en su última publicación hasta la fecha en Instagram. En ella, Santiago Sánchez Cogedor daba pistas de cómo era su carácter y cómo era su viaje: un periplo donde junto a la aventura la premisa siempre ha sido la solidaridad combinada con la ecología.
Con un “corazón grande” e impulsado por el deseo de “ayudar”, tal como expresan sus amigos. En la propia publicación, Santiago contaba cómo en el lugar en el que se encontraba se había topado con unos niños con los que comenzó a jugar al balón, dibujando en ellos unas sonrisas de alegría. Incluso los padres de estos quisieron compensar invitándole a comer en familia; algo que no dudó en aceptar.
El periplo de Santiago a Qatar y el último mensaje que mandó a sus amigos
El objetivo del desaparecido Santiago Sánchez era llegar hasta el Mundial de Qatar asistiendo por el camino a aquellas buenas personas que encontraba: “Ayudando, recogiendo residuos, plásticos y demás”, ponía su granito de arena para dejar huella en cada uno de sus viajes, explican sus amigos.
No era esta, además, la única aventura de esta índole que había afrontado, dado que años atrás, desde que aflorase esta idea disruptiva en su cabeza, –cuando tenía 37–, se había propuesto viajar a Arabia Saudí en bicicleta. Y lo cumplió, sobreponiéndose incluso a la pandemia y hasta teniendo que permanecer confinado en un campo de refugiados durante cinco meses.
Por esta razón, recalcan quienes le conocen, Santiago Sánchez no era nuevo en esto y no era una persona poco experimentada que pudiera sorprenderse viajando por estos lugares.
“Ha estado en más de 50 países por lo menos. Tiene experiencia en esto. Tiene que estar bloqueado, detenido o retenido”, expresa Miguel Bergado, uno de sus amigos, convencido de que no le dejan comunicarse con ellos y sus familiares.
El último mensaje que recibieron de él, advertía de la situación que vivía en el lugar: “El último WhatsApp nuestro es en la frontera. Chicos, está esto caliente, pero todo bien”, les contaba a sus amigos el ahora desaparecido.
Santiago Sánchez, apasionado seguidor del Real Madrid, llevaba entonces casi diez meses persiguiendo su misión de llegar al Mundial de fútbol. Ya solo quedaba cruzar el Golfo Pérsico en barco para llegar a Qatar. Ahora, tras 18 días sin saber de él, la familia y sus allegados multiplican las acciones para encontrar respuestas y hallar noticias sobre su paradero. Para ello, el Ministerio de Exteriores ha hecho todos los trámites, pero por el momento siguen sin pistas de dónde y cómo se encuentra.
¿Dónde está Santiago Sánchez?
En un interesante artículo del diario español, El Mundo, se explica que Santiago Sánchez Cogedor partía de Alcalá de Henares con destino a Qatar. Aunque la excusa era ver allí el Mundial de fútbol que empieza en noviembre, lo importante para él era disfrutar del camino, por eso se propuso realizar el trayecto a pie.
Pero después de casi nueve meses recorriendo Europa y Asia, su pista se perdió el pasado 2 de octubre, cuando estaba a punto de alcanzar la frontera de Irán. Y aunque Santiago pasó dos años en el Ejército, donde estuvo seis meses destinado en Kosovo, y ha visitado decenas de países, la incertidumbre ha ido creciendo hasta que finalmente su familia ha decidido iniciar su búsqueda. Porque nunca antes habían estado tanto tiempo desaparecido y sin tener noticias suyas.
«Hablé con él por última vez el 1 de octubre. Me mandó su ubicación, y estaba en la zona del Kurdistán iraquí, a cinco kilómetros de la frontera de Irán», relata Miguel Bergado, amigo íntimo de Santiago, que ha compartido con él innumerables viajes. «La última persona que habla con él es Coque, un amigo de confianza. El 2 de octubre Santiago le escribe un whatsapp y le dice ‘Esto está caliente, pero todo bien’. Me imagino que sería en referencia a las protestas de las mujeres iraníes contra el Gobierno. Pero ahí se corta el contacto», agrega.
«Mi sensación es que por el tema político le habrán bloqueado o retenido en Irán por ser de fuera, hasta que se calme la situación»
Durante el viaje, el desaparecido Santiago Sánchez ya había recorrido cinco países europeos. Cuando llegó a Irak, tenía dos opciones para continuar: atravesar Arabia Saudí, que habitualmente pone muchos problemas para atravesar sus fronteras, o desviarse hacia Irán, que fue finalmente lo que acabó haciendo. El último paso que le quedaba era tomar un barco para cruzar el Golfo Pérsico y llegar a Qatar, donde tenía previsto poner pie durante la primera semana de noviembre. Allí se quedaría alrededor de una semana, para finalmente regresar a España haciendo autostop.
En 2019, Santiago ya viajó hasta Arabia Saudí en bicicleta para ver la Supercopa de España en Yeda, que finalmente acabó conquistando el Real Madrid, club del que es fanático. «Normalmente, es muy activo por redes. Y es un tipo bastante vivo, siempre encuentra la manera de comunicarse», asegura Miguel, que explica que ya han contactado con el Ministerio de Asuntos Exteriores, la embajada española de Teherán y hasta con el propio Real Madrid, para ver si puede ayudar en algo.
FÚTBOL, BOXEO Y VIAJES
La vida de Santiago Sánchez está plagada de buenas historias. Con 19 años le dieron a elegir: ir a la mili o ingresar en el Ejército de manera profesional. Y eligió lo segundo. Después de dos años en la Brigada Paracaidista decidió dejarlo para intentar hacer carrera como boxeador. Estuvo un tiempo peleando de manera amateur, y luego se convirtió en entrenador. Entre otros, trabajó con Rubén Varón, campeón de España, y con Sergio ‘Maravilla’ Martínez, argentino afincado en Madrid que fue varias veces campeón del mundo. Su último trabajo antes de partir hacia Qatar fue en una empresa de logística en el polígono industrial de Azuqueca.
Pero el viaje que le cambió la vida fue el de 2019. «Le llenó tanto que quería montar otro, y la excusa era el mundial», asegura Miguel. Cuando llegó a Arabia Saudí fue recibido por Sergio Ramos, Carvajal, Modric y Butragueño, que alucinaron con la gesta. “Oye, ¿cómo vas a volver? Vente en el avión”, le comentaron a Santiago. “¿En avión? Es lo mejor que he hecho en mi vida. Me vuelvo en bici otra vez“, les respondió. Precisamente cuando regresaba a Alcalá le pilló el estallido de la pandemia. Tuvo que quedarse cinco meses a vivir en Nea Kavala, un campo de refugiados de Grecia, hasta que se normalizó la situación y pudo volver a casa.