Es oficial, Sime Vrsaljko ha cambiado el Atleti por el Olympiacos. Sin haber encontrado el protagonismo que buscaba cuando en 2016 decidió poner rumbo a Madrid a cambio de 14 millones, el lateral derecho, de 30 años, decidió rechazar la oferta de contrato que el club que preside Cerezo le planteó. La razón es clara: su objetivo es jugar la mayor cantidad de minutos posibles para llegar en plena forma a noviembre y ganarse un puesto en el once titular de Dalic en el Mundial de Qatar.
Con cinco ligas, dos copas domésticas, una Europa League y cuatro participaciones en torneos internacionales con la Selección de Croacia, dos Eurocopas y dos Mundiales, el jugador de Rijeka, llega libre para fortalecer la banda derecha del conjunto griego, amo y señor de sus competiciones nacionales desde hace más de dos décadas, dejando tras de sí un insulso paso en el equipo rojiblanco, en el que ha logrado anotar tres goles y dar diez asistencias en un centenar de partidos.
Esta inesperada baja vuelve de nuevo a poner el balón en el tejado de Simeone ya que sin Vrsaljko ni Trippier, comprado por el Newcastle en el mercado de invierno a cambio de 15 millones, las únicas opciones del técnico argentino se reducen a Daniel Wass, que apenas ha disputado 45 minutos desde su llegada al Metropolitano, y a Marcos Llorente, que tendría que jugar en una posición que ni le gusta, ni le conviene.