Con una victoria ante el Fulham, el Manchester United pausó su campaña de Premier League. Y varios de los internacionales de la entidad de Old Trafford se concentrarán con sus respectivas selecciones para la disputa del Mundial, que empezará el domingo. El cambio de fechas es una de las cuestiones que futbolistas, aficionados y activistas han puesto sobre la mesa tras la elección de Qatar como sede. El trato a los trabajadores inmigrantes en la construcción de los estadios y las leyes discriminatorias con el colectivo LGTBIQ+ son otros asuntos que han despertado las críticas sobre la celebración del evento.
Dinamarca abrirá su participación el martes 22 de noviembre, frente a Tunez. Portugal, por su parte, iniciará su andadura midiéndose el jueves 24 a Ghana. Nueve y once días, respectivamente, desde que dos de sus jugadores disputasen un partido con sus clubes. El domingo, Christian Eriksen y Bruno Fernandes mostraron su decepción con la organización del evento.
“Es extraño. No es el momento de la temporada en el que nos gustaría jugar el Mundial, ni para los jugadores ni para los aficionados. La gente estará trabajando y los niños en la escuela. Los horarios no serán los mejores”, explicó el luso. “Conocemos todo lo que rodea al Mundial, lo que se ha comentado durante las últimas semanas y los últimos meses sobre la gente que murió en la construcción de los estadios. No estamos nada contentos con ello. Queremos que el fútbol sea para todo el mundo. Todo el mundo debe estar incluido y poder participar, porque es la Copa del Mundo. Es para todo el mundo. Este tipo de cosas no deberían pasar en ningún momento, pero especialmente no en un Mundial. Es más que fútbol, es una fiesta para jugadores y aficionados y un espectáculo. Las cosas deberían de haberse hecho de otra manera”.
Este sentimiento lo compartió Eriksen: “Se ha escrito mucho y se han dicho muchas cosas sobre cómo ha evolucionado el Mundial y porqué es en Qatar. Creo que todo el mundo estará de acuerdo en que no ha sido de la mejor manera, pero somos futbolistas y todas estas decisiones las toman gente que está por encima. Intentamos hablar y dar nuestra opinión, el cambio tiene que venir de otra parte”.