La temporada pasada Leo Messi fue una sombra de sí mismo. Tras un verano que comenzó con su traumática marcha del Barcelona, cuando él quería quedarse, y su rápido fichaje por el Paris Saint-Germain, el resto del año no consiguió brillar y sus números fueron pésimos, solo 11 goles y 15 asistencias en 34 partidos entre todas las competiciones. Pero parece que esta temporada quiere resarcirse, y ha decidido acortar sus vacaciones, que aún le quedaban unos días, para ponerse a tono cuanto antes.
Una pretemporada que comienza sin su compatriota en el banquillo, Mauricio Pochettino, cuyo despido ha sido anunciado por el PSG, y a la espera del nuevo entrenador del club parisino, Christophe Galtier. El último partido que ha jugado Leo fue con la selección Argentina, en un amistoso contra Estonia, el 5 de junio, en el que la albiceleste ganó 5-0 con los cinco goles de la Pulga.
Esta es una temporada muy importante, ya que en noviembre se celebrará el Mundial de Qatar, y Messi quiere estar a tope para disputar el torneo con Argentina, y así emular a Maradona y convertirse en campeón del mundo. En 2021 se quitó la espina con su selección y por fin ganó un título: la Copa América. Pero Leo quiere más, en el que podría ser su último Mundial.