Los aviones privados están aparcados en el aeropuerto Al Maktoum International Airport de Dubai para evitar las sanciones impuestas por la UE y EE.UU., tras la invasión en Ucrania.
Los oligarcas rusos que buscan un refugio seguro para no enfrentarse a las sanciones impuestas han dejado sus aviones privados aparcados en la pista del aeropuerto Al Maktoum de Dubai ya que se han establecido restricciones en materia de seguros y mantenimiento. Estados Unidos y la Unión Europea han prohibido a las empresas asegurar los aviones rusos u ofrecer servicios de gestión y mantenimiento de flotas. Y por ello, los aviones privados se han quedado en tierra emiratí.
Más de 100 aviones de propietarios rusos están varados en el aeropuerto de Dubai desde que Rusia comenzó su invasión de Ucrania. Esto está confirmado por imágenes satélite y por datos recogidos por la empresa de investigación de aviación WINGX.
Además, los vuelos que conectan Rusia con Emiratos están más llenos que antes de la pandemia. Lo que significa que los rusos están viajando a Emiratos para refugiarse de la situación del país.
Las sanciones
Cuando Rusia comenzó la invasión en Ucrania, los países occidentales se unieron para penalizar a Rusia por sus acciones imponiendo una serie de sanciones. Las sanciones tienen como objetivo desestabilizar la economía rusa y la de los aliados más cercanos del presidente ruso Vladimir Putin.
De esta forma, a muchos oligarcas y multimillonarios rusos se les han confiscado algunos de sus bienes más lujosos como consecuencia de las sanciones. Por ello, algunos de los millonarios de Rusia han encontrado refugio en lugares que no imponen sanciones, como Emiratos y Maldivas.
En marzo, se vieron al menos cuatro aviones privados saliendo de Moscú hacia Dubai, según el portal de seguimiento de vuelos Flightradar24. A diferencia de los destinos occidentales, Dubai no ha prohibido el tráfico aéreo ruso.
Pero, aunque estos aviones puedan volar a Dubai para evitar las sanciones, se quedan atrapados aquí, ya que los propietarios de los aviones rusos no pueden hacerlos volar a ningún otro destino.
Y no solo eso, sino que, además, las principales empresas de aviación, como Boeing y Airbus, han establecido sus propias restricciones. Boeing se niega a prestar apoyo a cualquier avión relacionado con Rusia, lo que hace que los aviones no sean aptos para volar sin el apoyo del fabricante. Del mismo modo, Bombardier ha cancelado pedidos rusos y ha tomado medidas para garantizar que las piezas de repuesto enviadas fuera de mantenimiento no acaben en los aviones sancionados.
Casos destacados
Uno de los casos más destacados de esta situación es la de Roman Abramovich. El oligarca ruso aterrizó su Boeing 787 Dreamliner de 250 millones de dólares en el aeropuerto de Dubai el 4 de marzo, antes de que Estados Unidos impusiera las restricciones. Y más tarde, un informe de Forbes reveló que otros aviones de Abramovich, entre ellos un Gulfstream G650E y un Boeing 767-300, habían sido inmovilizados en aeropuertos de toda Europa.
Otro de los casos es el del avión Bombardier Global 6500, propiedad del magnate del petróleo Eugene Shvidler. El ruso iba a volar desde el aeropuerto de Farnborough a Dubai el 8 de marzo, pero el gobierno británico lo retuvo antes de la salida, dejándolo varado en Hampshire.
Lo que estas sanciones pretenden es sancionar a los oligarcas rusos que se han beneficiado del régimen de Putin. Por ello, no se les va a permitir seguir con sus negocios como antes de que empezara la invasión a Ucrania.
Y, además, las sanciones no se han limitado solo a los aviones, también se les ha confiscado a los oligarcas miles de millones en activos de lujo. En particular, el mes pasado se confiscó en Gibraltar un superyate de 75 millones de dólares propiedad de Dmitry Pumpyansky.
