Cuando el PSG fichó a Luis Campos, lo hizo para darle al club un nuevo aire en su método de trabajo. El portugués, que brilló en el Mónaco y en el Lille, dos equipos a los que hizo campeones, se propuso darle a los parisinos una nueva higiene para evitar descalabros como los de la Champions League la temporada pasada en los octavos de la Champions League.
Su primera decisión importante fue la de descartar a los jugadores con los que no contaba el club desde el primer momento. A la gira veraniega en Japón, iniciada el pasado sábado, Luis Campos dejó en París a futbolistas como Ander Herrera, Wijnaldum, Draxler o Kurzawa. El mensaje era claro: o se buscan una salida o no iban a tener minutos en París.
Otra de las medidas implantadas por el consejero deportivo, según ‘Le Parisien’, ha sido la de ‘obligar’ a los jugadores a desayunar, comer y estar juntos en la ciudad deportiva del PSG. Con Pochettino y Leonardo, esta política no existía y Campos no deja salir a ningún integrante de la plantilla sin que haya desayunado o comido en Camp des Loges. Los jugadores están encantados con esta decisión y el buen rollo ha imperado en los primeros días de trabajo en la ciudad deportiva de Oredoo.
Messi, muy implicado
El rotativo parisino, además, subraya que Leo Messi ha sido uno de los jugadores más implicados en este inicio de pretemporada con el PSG. El argentino sufrió bastante para adaptarse en su primer año en la capital francesa, pero Campos se ha propuesto darle de un contexto favorable para que su rendimiento sea el deseado por Al-Khelaïfi y Qatar.
La obsesión de Messi esta temporada es el Mundial, pero sin olvidar la Champions League, competición que quiere volver a ganar. El rosarino tiene como objetivo llegar a la cita de Qatar en las mejores condiciones posibles para después afrontar la fase final de la máxima competición continental muy motivado. Sin duda, será la temporada más importante del último lustro para el fichaje más importante de la era QSI en París.