En la India viven 1.300 millones de personas. Es el segundo país más poblado del mundo, solo por detrás de China. Y, sin embargo, nunca ha disputado un Mundial. Jamás. En las 21 ediciones del torneo no hubo rastro de los indios, ni tampoco lo habrá en Qatar. Pese a que hay una gran afición por el fútbol en el país, además de por el críquet, su selección nacional está muy lejos de tener el nivel que por potencial debería.
Intentar voltear esta tendencia le está costando horrores al país. Lo ha probado todo. Potenció su liga, creó otra paralela (la Superliga), apostó por técnicos extranjeros… Nada. En la actualidad está en el puesto 104 del ranking FIFA. Su mejor puesto histórico es el 94. Es decir, lejos, lejísimos, de las selecciones que disputan Mundiales.
La última fórmula combina scouting con ayudas sociales. Se trata de ir a buscar talentos allí donde las condiciones de vida son casi infrahumanas: barrios marginales, colonias sin recursos, incluso vertederos… Varias asociaciones están ayudando a ello, principalmente Slum Soccer. “Nuestra misión, premiada por FIFA, es educar, capacitar y ofrecer oportunidades a través del fútbol a comunidades diversas y desfavorecidas de toda la India”, cuenta Abhijeet Barse, responsable del proyecto.
Hace unos días estuvieron visitando una de las zonas más subdesarrolladas de Nueva Delhi. De la mano de Villas-Boas, técnico reputado y con dilatada trayectoria en clubes como Chelsea y Tottenham, entre otros, mostraron su apoyo a los niños a través del fútbol.
“Estoy muy emocionado de mi paso por la India para conocer a estos jóvenes. Pienso en todos esos niños y jóvenes que están en programas de todo el mundo, similares a este en Nueva Delhi, y que se benefician de la experiencia. Es una iniciativa brillante”, dijo el técnico portugués sobre su visita a la zona y los minutos de fútbol que compartió con los niños indios.
Laureus. Entre esos chicos hay talentos ocultos, jugadores futuros, joyas perdidas. Slum Soccer, fundada en 2001, es parte del programa Laureus Sport for Good. Los premios de esta academia son mundialmente conocidos y una referencia a la hora de ensalzar a los mejores deportistas de la historia.
Una de las misiones del asentamiento en territorio indio consiste en utilizar el fútbol para hacer frente a la discriminación en las comunidades no atendidas. Esas que en la India existen por miles y en las que se esconde, quién sabe, el futuro de la selección nacional y los mimbres para que por fin se pueda ver a los Blue Tigers en un Mundial. “Mediante nuestros programas capacitamos a los participantes para que mejoren sus condiciones y fortalezcan sus comunidades utilizando la educación deportiva para impulsar el impacto”, explica Barse.
Los mayores logros hasta ahora de la selección india son la clasificación para el Mundial del 50 (aunque fueron descalificados) y las cuatro participaciones en Copas de Asia, incluida la de la última edición. Un bagaje demasiado escaso.