Falta a casi 30 metros. El Ernst Happel disfrutando. Austria ya ganaba a Italia. Pero su capitán quiso desatar la locura. David Alaba miró a Donnarumma, que no estaba perfectamente colocado. Obús con la zurda a la red. “El balón parecía que iba viajando a 200 km/h”, describía Herbert Prohaska (67 años), compatriota del madridista e histórico excentrocampista en los 80, en su columna en el ‘Kronen Zeitung’ austríaco. Fue el 2-0 definitivo con el que los de Ralf Rangnick amplificaron las dudas de la Azurra, en quiebre desde su triunfo en la Eurocopa pasada. Un amistoso que lejos de ser dolor de muelas para Alaba le sirve de bálsamo para irse de asueto con bríos renovados. Primero recogió el galardón a deportista del año en su país. Después, un zapatazo que irá directo a los highlights de su carrera.
“Fue un gol fantástico”, señala a AS Andreas Heidenreich, redactor de otra de las principales cabeceras de Austria, el ‘Kurier’. “La victoria fue muy importante, todo el mundo puede ver cómo rinde el equipo desde que Rangnick es el entrenador. Su filosofía encaja perfectamente con el tipo de jugadores que tenemos. Les encanta jugar de manera agresiva y presionar”, añade. Un planteamiento que desarticuló a Italia, con Alaba como uno de los grandes valedores. Para SofaScore, fue el mejor del partido: completó su actuación con siete recuperaciones, dos interceptaciones y un acierto del 88% en el pase en su tarea de iniciar la construcción del juego desde el centro de la zaga . Peter Klöbl, del ‘Kronen Zeitung’, también aporta su visión. “Ganar a una potencial mundial siempre es una gran victoria, sea como sea el partido. David demostró que es, o puede ser, el líder que todos esperamos que sea cada partido”, explica a este periódico.
Andreas añade contexto e indica que “no fue excesivamente mediático”: “Sólo 18.000 personas acudieron al estadio”. Y añade: “Algunos aficionados austríacos podrían pensar: ¿Por qué no marcó un tanto así en los partidos importantes, cuando tuvo tantas ocasiones de lanzar libres directos similares? Fue muy bonito, pero desafortunadamente no fue un gol tan importante”. El objetivo debe ser repetir actuaciones de cara a la próxima Eurocopa, en 2024. Algo que comparte Peter: “Somos conscientes que es más importante ganar el año próximo en la fase de clasificación par a la Euro”.
Pero paso a paso. Ahora toca pensar de nuevo en el Madrid. Alaba tiene por delante diez días de descanso para revitalizar rendimiento. Volverá al trabajo, como el resto de sus compañeros no mundialistas (Lunin, Vallejo, Nacho, Odriozola, Mendy, Kroos, Ceballos, Lucas Vázquez y Mariano), el día 1 de diciembre. Ancelotti ya detalló que sus chicos tendrían una decena de días de reposo antes de retomar la actividad tras Qatar y la misma receta se aplica para el vienés, a quien los amistosos (jugó ante Andorra el miércoles) le han hecho mantener las botas engrasadas unos días más (el último choque de los blancos fue el jueves 10 contra el Cádiz). Un parón obligado, puesto que su sueño hubiera sido haber cambiado estos dos partidos por el Mundial, pero que debe servir como trampolín para recuperar su nivel habitual con el Real Madrid.
Para Carletto no hay discusión. Alaba es indiscutible. El defensa es el segundo futbolista con más minutos de la plantilla (1.626′, por los 1.758′ de Vinicius) y a ellos hay que añadir los 272′ disputados con su selección. 23′ contra Andorra y los 90′ ante Italia. Un total de 1.898′ desde que la temporada dio el pistoletazo de salida. Una dinámica habitual en un jugador al que su polivalencia (este curso ha disputado 14 partidos como central y 7 como lateral izquierdo) le hace acumular kilómetros mientras muchos rotan. Su rendimento, eso sí, al contrario que su minutaje, ha sufrido un bajón. Olocip indica que es su peor curso desde la 2016-17 y Álvaro Benito, columnista de AS, ponía sobre la mesa en ‘Carrusel Deportivo’ el debate tras ganar al Shakhtar (2-1): “Estoy preocupado por la temporada de Alaba, con prestaciones peores que las de la temporada pasada. Le veo despistado, poco fino”.
A volver a levantar la silla
Tras las vacaciones, el austríaco tendrá una minipretemporada por delante para coger más impulso, para sacar a relucir al Alaba que levantó la silla al cielo del Bernabéu. Ese que sorprendió incluso en Austria con su impacto inmediato. “El traspaso se esperaba, pero no que fuese tan exitoso en el Real Madrid en su primer año. Como podemos ver, es un líder en el equipo y en vestuario y su nivel fue sensacional. Fue una sorpresa que asumiera ese papel tan preponderante al instante”, reconoce Andreas en este periódico. Una línea que comparte Peter: “Todo el país estaba muy contento. Es el futbolista más importante en la historia del fútbol austríaco. Para un chico de Austria, jugar en el Real Madrid es algo extraordinario. A todo el mundo le sorprendió su rápida adaptación”. Alaba debe aprovechar el impulso para volver a sorprender.