Diego Godín es eterno. Y eso que para muchos críticos al ‘Faraón’ no le iba a dar para llegar al Mundial. No sólo ha llegado a Qatar sino que está siendo fundamental en los esquemas de Diego Alonso. Tanto es así que contra Corea tuvo, con un cabezazo marca de la casa, la victoria para las charrúas. Pero el balón se estrelló en la base del poste. Estuvo apunto de calcar el gol que marcó con el Atlético en el Camp Nou, en 2014, y le dio la Liga a los rojiblancos.
Godín, como Muslera, Cáceres, Cavani y Suárez, juega su cuarto Mundial pero es el futbolista uruguayo con más internacionalidades (160) y contra Portugal igualará a Muslera, habitual suplente en la actual Uruguay, como el jugador con más partidos en un Mundial (16). Si además juega también ante Ghana tendrá el récord absoluto, 17 partidos en Mundiales, siempre que Diego Alonso no apueste por Muslera, algo que ahora mismo parece difícil ya que Rochet es ahora mismo su portero de confianza. Además, Godín puede superar a Diego Lugano como el uruguayo que más veces ha portado el brazalete de capitán de Uruguay, algo a lo que Godín no da importancia. “Nunca persigo récords individuales, sino retos grupales”, dijo hace unos días.
El central jugó los últimos partidos de la fase de clasificación para el Mundial con un dolor muy fuerte que le producía una tendinitis rotuliana. Tuvo que parar y viajó hasta España, el pasado mes de septiembre, para recuperarse a contrarreloj. El trabajo dio sus frutos y aún le dio tiempo a jugar dos partidos con Vélez Sarsfield antes del Mundial. “Tuve que parar, resetear y recuperarme”, aseguró. “Jugar este Mundial es un compromiso con mi país, sentido de pertenencia…”, comenta orgulloso el capitán de la selección celeste.