Ansiedad, definición: “Estado mental que se caracteriza por una gran inquietud, una intensa excitación y una extrema inseguridad”. Ansiedad, ese estado de ánimo que rodea al Atleti desde que se inició la temporada. Allá donde mires. Grada, palco, banquillo, vestuario. Una ansiedad paralizante que, en poco más de tres meses, se ha llevado por delante cualquier aspiración europea y comienza a palparse en LaLiga (sigue el partido en directo en AS.com). Porque sí, está arriba en la tabla, por detrás de Barcelona y Madrid, pero ya muy lejos. Y con los demás, los que están a su espalda, muy cerca. El telón que baja a la primera parte de esta Liga atípica, cortada en dos por un Mundial, no ha podido pillar a los rojiblancos con peor gesto. Hace once años que no tenían esas ojeras, esa palidez casi enfermiza.
Todo es un ataque de nervios. Simeone no da con el aire, el sistema, los futbolistas. Unos futbolistas precipitados muy pendientes del Mundial, estar, el pánico a quedarse fuera por una molestia, un pinchazo atrás, no estar, quedarse en la orilla, como Cunha con Brasil, tan cerca, tan lejos. Nahuel, Giménez, De Paul, Koke, Llorente, Witsel, Carrasco, Grizi, Morata y João estarán en Qatar salvo lesión hoy o el sábado en Copa. Grbic, Correa y Lemar son dudas. Simeone los tiene a todos disponibles, enfermería vacía, salvo dos sancionados: Giménez y João, cumplen sanción. Todo alrededor de esa guerra, la del entrenador con el portugués, perjudica al Atleti. Como la fricción en la grada. La posible vuelta de Koke, aunque inicie desde el banco, es oxígeno para un medio que necesita su linterna y un equipo en el que corre por todos.
Mal pie, necesidad
A la eliminación de la Champions le siguió una derrota ante el Cádiz y a la eliminación en Europa League, un empate ante el Espanyol. E idénticos males. El Atleti llega pero no golea, dispara sin premio. En los últimos ocho partidos necesitó 122 disparos, 47 a puerta, para 10 goles. En su área es peor. En su área es un drama. Derribado siempre al primer golpe del rival. Felipe puede hacer de Felipe. Enfrente Muriqi y sus saltos. Y Javier Aguirre.
El Vasco sabe de subir y bajar de las nubes en rojiblanco. De clasificarse para la Champions y los grises. El año pasado le ganó al Atleti entre City y City. Hoy puede agrandar la herida. Vuelve Raíllo, le faltan Maffeo (a punto este verano en el que al final se prefirió a Nahuel) y Dani. Vuela Kang in Lee, amenaza Muriqi, siete goles en 11 partidos, en la parte media de la tabla. Hoy es el Fin de la primera parte, como decía aquel disco de Los Piratas. En el Atleti, todo un desastre. Y esa palabra, ansiedad, atada a la tristeza.