El Atlético, empujado por el batacazo en Champions, está decidido a vender futbolistas en enero. Y ya que la plantilla cotiza a la baja desde hace muchos meses, la esperanza del club es que el Mundial sí sirviera al menos para que algunos de sus futbolistas (son 12 en Qatar) se revalorizaran. Hay uno que se transforma más que ninguno cuando se pone la camiseta de su selección, pero en la Copa del Mundo sigue mostrando su versión más plomiza: De Paul. El argentino, gris con el Atleti, normalmente brillante con la albiceleste, está siendo uno de los señalados en su país en este dubitativo arranque de Mundial.
De Paul llegó al Atlético en el verano de 2021 con una carta de presentación espectacular: campeón de la Copa América, donde fue una de las estrellas del equipo de Scaloni. De hecho, es el futbolista más utilizado por el seleccionador (46 partidos) y se plantó en Qatar con una racha histórica en Argentina: 34 encuentros consecutivos sin perder. Todo apuntaba a que el 5 rojiblanco se revalorizaría en la Copa del Mundo, pero Arabia Saudí rompió la racha y dejó muy tocada su imagen. Contra México, De Paul tampoco salió muy bien parado, aunque Scaloni lo mantuvo en el campo todo el partido.
Confianza plena de Scaloni
“Jugó en modo Atlético de Madrid. Apagado, poco claro, con escasa dinámica. Cometió muchos errores con el balón”, relató Clarín sobre él tras el 1-2 con los saudíes, partido donde se quedó en un pobre 75% de acierto en el pase. Ante México mejoró hasta el 86%, pero fue totalmente intrascendente. Su pase al árbitro se hizo viral en un país que sabe ser ácido con sus comentarios y tiene a De Paul bajo el foco de las críticas. Solo la fe de Scaloni en él le puede mantener en el once contra Polonia, pues Enzo Fernández aprieta también.
El Atleti, mientras, lo tiene en su lista de transferibles para enero (o verano), pero lejos de ser una de las estrellas del Mundial, al menos hasta ahora, es uno de los futbolistas que más está decepcionando. De Paul tiene un gran cartel en Italia, por sus grandes actuaciones en Udinese, y esta Copa del Mundo tenía que servirle para que se reencontrara con su mejor versión y, por otro lado, como escaparate para que aparecieran pretendientes. Los 35 millones que pagó el club rojiblanco por él parecían un chollo tras la Copa América, pero ahora mismo parece complicado que algún gran club europeo se lance con tal cantidad. Polonia es el tercer examen para la Argentina de De Paul. El Atlético, sea para traspasarlo o para quedárselo, suspira para ver por fin al futbolista que fue a buscar…