Entre la euforia y el abismo

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Entre la euforia y el abismo

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Un ogro siempre es un ogro… incluso aunque esté dormido. Alemania se enfrenta a España con la urgencia de estrenar su casillero de puntos tras el batacazo sufrido ante Japón en el estreno mundialista. Ese 1-2, unido al 7-0 de La Roja a Costa Rica, enrarecen la previa de un partido que siempre debe escribirse en mayúsculas (sigue el partido en directo en AS.com). Ambas selecciones se han visto las caras cinco veces en un Mundial, la última hace doce años, aquella semifinal en Durban en la que un cabezazo de Puyol nos situó a las puertas de la gloria.

Escudo/Bandera equipo

El premio que aguarda no es otro que el de asegurar matemáticamente los octavos de final, la primera frontera del campeonato. La victoria otorga ese billete, además de eliminar a un rival al que solo podríamos volver a medirnos en la final. “Jugamos ante una pentacampeona del mundo. Uno mira su camiseta y ve cuatro estrellas”, avisa Luis Enrique. Es cierto, aunque también lo es que en los últimos tiempos el pulso se ha equilibrado: Alemania solo ha ganado a España uno de sus siete últimos enfrentamientos, el amistoso jugado en Balaídos en noviembre de 2014 (0-1, gol de Kroos). El último precedente es el 6-0 de hace dos años en Sevilla, un festín español en el que participaron algunos de los protagonistas de esta tarde. Ferran Torres firmó un hat-trick, mientras que Morata, Rodrigo y Oyarzabal completaron la goleada. Ese revés ha salpicado las crónicas de los últimos días en la prensa alemana, que exigen un cambio en el once de Hansi Flick. Hay, sin embargo, quien sostiene que frente a los nipones solo faltó acierto en el gol. Y tiene cierta base ese argumento, pues Alemania realizó 26 remates, nueve de ellos a puerta; Japón se quedó en 12, cuatro entre los tres palos, con el premio de que dos ellos acabaron en gol.

Fragilidad defensiva

Pero lo que se ha convertido en diana de los cronistas ha sido la fragilidad defensiva de los de Flick. A Schlotterbeck se le vieron demasiado las costuras formando pareja con Rüdiger en el centro de la zaga (Niklas Süle cayó al lateral derecho), un eje al que hoy volverá a poner a prueba Luis Enrique. El asturiano tiró ayer de sorna al preguntar a los periodistas si realmente había anunciado que cambiaría el once ante Alemania.

Lucho, que nunca repite equipo, se guarda un as en la manga, jugar con un punta como Morata o repetir el baile del otro día, en el que Asensio ejerció de falso nueve con Olmo y Ferran a los costados. Aunque en las últimas horas cotiza al alza la posibilidad de que el seleccionador pretenda subir una marcha más en ataque con la entrada de Nico Williams.

Escudo/Bandera equipo

El resto del plan es sobradamente conocido. España querrá el balón, aunque en este caso se enfrenta a un equipo que tampoco renuncia a él, con Kimmich de manija y Musiala y Havertz como veneno ofensivo. La mejor Alemania de los últimos diez años fue la que quiso llevar el ritmo del juego, inspirada precisamente en la España del tiqui-taca. Frente a Japón, los germanos tuvieron un 74% de posesión, aunque esa cifra, muy respetable, palidece si la comparamos con el 82% de España ante Costa Rica. Lo de los 1.045 pases, con un 93,6% de acierto, roza casi la ciencia ficción.

Por ahí se escribirá un partido en el que Carvajal apunta al lateral derecho una vez recuperado del constipado y en el que Busquets volverá a tener mucho que decir. Él es el único que se mantiene del equipo titular que venció a Alemania en el último precedente mundialista, el de 2010. En el bando rival, otro superviviente, Manuel Neuer. Esta vez no tenemos a Puyol, pero sí a un grupo de jóvenes que ha viajado a Qatar con ganas de hacer mucho ruido.

Clasificación

Grupo E PT PJ PG PE PP
1 3 1 1 0 0
2 3 1 1 0 0
3 0 1 0 0 1
4 0 1 0 0 1
Grupo E PT PJ PG PE PP
1 3 1 1 0 0
2 3 1 1 0 0
3 0 1 0 0 1
4 0 1 0 0 1
Líderes
Recuperaciones de posesión