Si hay Mundial de fútbol, el Real Madrid no pierde detalle de lo que acontece. Y en esta cita mundialista de Qatar 2022 a buen seguro estará sucediendo lo mismo, con la secretaría técnica blanca tomando nota de todo lo que pasa de cara a potenciales incorporaciones de futuro. Desde Holanda, sin ir más lejos, se ha informado del interés del Madrid en el delantero Cody Gakpo, de la selección de Países Bajos, con el atacante habiendo marcado ya dos goles en apenas dos jornadas.
Aunque este Mundial fuera de su lugar habitual, el verano, añade una dificultad al tema de los fichajes posteriores a la cita: el mercado de invierno no es un territorio que el Madrid suela transitar, y mucho menos sin tener necesidades apremiantes en este momento. Cuando lo ha hecho en el pasado, además, no le ha dado demasiados frutos. Si se avanza alguna operación tras el Mundial, será para el próximo verano de 2023. Como ya sucedió en estíos pasados, en los que el Madrid se lanzó a por aquellos que más habían destacado en el último torneo mundialista.
Rusia 2018: Courtois
Es el último ejemplo. No fue sólo a por él el Madrid debido a su papel en el Mundial 2018 en Rusia, pues la calidad del belga había quedado sobradamente probada en el pasado, tanto en el Atleti como en el Chelsea, y de la posibilidad de su fichaje se había venido hablando durante varias veranos previos. Pero sin duda su rendimiento en el Mundial 2018 fue el espaldarazo definitivo que necesitaba el Madrid: Courtois fue nombrado Guante de Oro de la cita (mejor portero) y Bélgica llegó hasta semifinales, donde cayó ante Francia (terminó 3ª tras vencer a Inglaterra en el duelo de consolación). Con semejantes credenciales, el Madrid no dudó en poner 35 millones para sacarle del Chelsea, en el que le quedaba sólo un año de contrato. Con el Madrid ya suma 196 partidos en los que ha encajado 186 goles y con el que ha ganado dos Ligas, dos Supercopas de España, una Champions, una Supercopa de Europa y un Mundial de Clubes.
Brasil 2014: James, Kroos y Keylor
Si en un Mundial se distinguió el Real Madrid por firmar a lo más granado del torneo, eso fue sin duda después de Brasil 2014. En un mismo mercado se agenció al máximo goleador del torneo (James, con Colombia, seis goles), al líder del mediocampo del campeón (Kroos, con Alemania) y una de las grandes revelaciones de los modestos (Keylor, con Costa Rica). La explosión de James fue definitiva gracias a sus seis goles en cinco partidos (además de dos asistencias), lo que llevó al Madrid a pagar 75 millones fijos por él al Mónaco. Arrancó bien, pero no triunfó de blanco, jugando 125 partidos, con 37 goles y 42 asistencias con la camiseta blanca, con la que levantó dos Ligas, una Supercopa de España, dos Champions, dos Supercopas de Europa y dos Mundiales de Clubes.
Keylor, por su parte, hizo un Mundial de Brasil brillante dentro de una Costa Rica que acabó primera en un grupo en el que coincidió con Inglaterra, Italia y Uruguay. Superó también los octavos ante Grecia y en cuartos sólo cedió contra Holanda en la tanda de penaltis, un Mundial de gran mérito que hizo que el Madrid pagase los 10 millones de euros al Levante para llevarse al tico, que empezó de suplente de Casillas, pero que a partir del verano de 2015 se instaló en la titularidad (gracias a la no llegada de De Gea) para terminar siendo el portero de las tres Champions consecutivas. En 162 partidos de blanco encajó 159 goles y ganó una Liga, una Supercopa de España, tres Champions, tres Supercopas de Europa y cuatro Mundiales de Clubes.
Y por último Kroos, el único que aún se mantiene en el equipo, ocho años después. El alemán fue el faro del juego alemán, que se impuso en la final a Argentina (1-0, gol de Götze) para levantar el cuarto Mundial teutón. Y el Madrid aprovechó que le quedaba sólo un año de contrato con el Bayern para llevárselo por sólo 25 millones de euros; durante el curso 2013-14 sufrió en sus carnes el 0-5 global del Madrid al Bayern en Champions, a partir de cuando empezó a pensar en la posibilidad blanca. Y ahí sigue, 383 partidos después (26 goles y 87 asistencias), habiendo levantado en el Madrid cuatro Champions, tres Ligas, cuatro Supercopas de Europa, tres Supercopas de España y cuatro Mundiales de Clubes.
Sudáfrica 2010: Özil y Khedira
En el verano de 2010, el Madrid realizó una gran inversión en fichajes para complacer a su nuevo entrenador, José Mourinho. Antes de la cita de Sudáfrica, que se agenciaría España gracias al gol de Iniesta, dejó sellado el paso de Di María desde el Benfica. Y tras el Mundial, se lanzó a por dos de la piezas clave de Alemania, que hizo un torneo brillante, llegando a semifinales, donde cedió ante un cabezazo de Puyol. Özil y Khedira fueron los elegidos.
El primero llegó desde el Werder Bremen por apenas 15 millones de euros. Fundamental para Mou por encima de Kaká, vio que con Ancelotti iba a perder peso y pidió salir al Arsenal, que pagó 45 millones por él. Jugó 159 partidos de blanco (27 goles y 80 asistencias), ganando una Liga, una Copa y una Supercopa de España.
Khedira, por su parte, sorprendió en Sudáfrica con esa capacidad física para cubrir todo el campo, poniendo de moda la expresión ‘box to box’. El Madrid se lo llevó por 10 millones procedente del Stuttgart para que hiciese pareja medular con Xabi Alonso. Sin Mourinho, perdió mucho peso, pero aguantó dos temporadas más a las órdenes de Ancelotti. Tras 161 partidos (9 goles y 13 asistencias), ganó una Liga, dos Copas, una Supercopa de España, una Champions, una Supercopa de Europa y un Mundial de Clubes.
La llegada de Cannavaro fue una mezcla de su gran rendimiento en el Mundial de Alemania, donde levantó el título como capitán de Italia y en el que fue designado Balón de Plata, superado por poco por Zidane, y de las circunstancias: el descenso administrativo de la Juventus por el caso Calciopoli de compra de partidos abrió la puerta a que las estrellas juventinas se fuesen a bajo coste. El central le costó apenas siete millones al Madrid en el verano de 2006. Su paso fue irregular, pero le dio para ganar dos Ligas y una Supercopa de España tras jugar 118 partidos de blanco. Y, por supuesto, se llevó el Balón de Oro 2006 como integrante madridista, agrandando la excelente relación del galardón con el Madrid.
Japón y Corea del Sur 2002: Ronaldo
La primera incursión de Florentino Pérez, llegado a la presidencia en el 2000, en el fichaje de una figura mundialista. El propio Ronaldo lo puso fácil, todo hay que decirlo: “Si el Madrid me quiere, que me llame”, dijo desde Tokio horas después de haber decidido la final para Brasil ante Alemania, marcando los dos goles. Hizo ocho tantos en total, fue designado segundo mejor jugador del torneo (sorprendentemente, el mejor fue un Kahn que falló con estrépito en la final) y, sobre todo, dejó atrás las dudas generadas por su doble lesión de rodilla, que le habían tenido en el dique seco durante dos años.
El Inter se hizo el duro y alargó el fichaje hasta el último día de agosto de 2002, pero su intención siempre fue vender: la relación de Ronaldo con el entrenador, Héctor Cúper, estaba completamente rota. El acuerdo llegó por 45 millones de euros y el Madrid pudo disfrutar del Fenómeno durante cuatro temporadas y media, en las que jugó 177 partidos, marcando 103 goles y dando 35 asistencias. Ganó dos Ligas, una Supercopa de España, una Supercopa de Europa y una Intercontinental, además del Balón de Oro 2002.