El Real Madrid ha aprovechado el parón por el Mundial de Qatar para ir cerrando operaciones de futuro relativas a la cantera. Algunas, de gran nivel, no tanto por su cercanía a poder ayudar pronto en el primer equipo, como por su relevancia histórica dentro de la jerarquía madridista. Es el caso de Enzo Alves, hijo de Marcelo, que ha firmado su primer contrato con el Real Madrid a sus 13 años, un evento que celebró en redes sociales efusivamente: “Mi primer contrato con el mejor club del mundo. Muy feliz. Orgullo”.
El brasileño es todo un mito en la historia del club blanco: el pasado verano llegó a su fin su etapa como jugador del Madrid, donde pasó 15 temporadas y media (llegó en enero de 2007) y en el que ganó 25 títulos, más que ningún otro jugador en la historia blanca. Su hijo, Enzo, parece que le sigue en la profesión, aunque no en el mismo rol: es delantero centro en el Infantil A. Sus números hablan de un jugador de gran facilidad para ver portería: lleva 15 goles en siete partidos con el Infantil A, siendo el máximo goleador del equipo y también de la categoría, con siete goles más que el segundo de la lista. Su gran virtud, a sus 13 años, es la envergadura: pese a su edad, ya mide prácticamente lo mismo que su padre (174 centímetros) y hace valer esa gran diferencia física en el campo.
No es el único caso dentro de la cantera madridista, ni mucho menos; el fútbol formativo blanco está plagado de hijos de jugadores y exjugadores blancos, e incluso de algunos que no llegaron a jugar en el Real Madrid o que lo hicieron brevemente, pero que aún así quisieron que sus vástagos se criasen en Valdebebas.
Castilla: Theo Zidane y Lucas Cañizares
El filial madridista cuenta con dos futbolistas cuyos padres vistieron la camiseta madridista: son Lucas Cañizares, hijo de Santiago Cañizares (portero de Madrid y Valencia, entre otros equipos) y Theo Zidane, cuyo padre no necesita presentación, autor como fue de cinco de las 14 Champions de las vitrinas blancas (una como jugador, con gol decisivo, otra como segundo de Ancelotti y tres como primer entrenador). Los dos, además, siguen las estelas de sus padres: Lucas es portero y Theo, centrocampista. Aunque no terminan de explotar: Cañizares empezó la temporada como titular, pero duró dos partidos (en los que recibió cuatro goles) y De Luis le ha ganado la partida, después de haberse pasado el curso anterior en blanco por lesión; Theo juega algo más, aunque sólo ha sido titular una vez este curso, pero es un cambio recurrente de Raúl y lleva acumulados 201 minutos en los que marcó un gol.
Juvenil A: Julen Jon Guerrero
El caso más curioso, pues su padre, Julen Guerrero, nunca jugó en el Real Madrid, sino que desarrolló toda su carrera en el Athletic Club de Bilbao. Sonó en su momento para fichar por los blancos, pero dicha posibilidad nunca llegó a cristalizar. Ahora es el seleccionador Sub-17 y aprovecha su traslado a Madrid para que su hijo forme parte de las categorías inferiores blancas, donde está mostrando un buen nivel y haber aprendido de su padre. Son jugadores parecidos, mediapuntas de gran técnica y con mucha presencia en el área rival. Julen Jon no termina de instalarse en el once titular, pero lleva acumulados casi 600 minutos, ha sido titular siete veces y ha firmado cinco goles, uno de ellos en la Youth League. A sus 18 años y si no sale del club, su destino es jugar en el Castilla el curso que viene.
Juvenil B: Elyaz Zidane
El último de la saga Zidane, el más pequeño por detrás de Enzo, Luca y Theo. A diferencia del primero y el último de esa lista, no se desarrolla en un rol similar al de su padre, aunque tampoco ha elegido ser portero como Luca: Elyaz es un lateral izquierdo de largo recorrido y de talante eminentemente ofensivo, tanto que puede desenvolverse también como extremo. Lleva disputados siete partidos esta temporada, cuatro de ellos como titular, y en el Real Madrid se tiene mucha fe en sus posibilidades, aunque esté todavía en una etapa formativa temprana.
Cadete A: José Antonio Reyes
El hijo del fallecido Reyes, que jugó en Sevilla, Arsenal, Real Madrid y Atlético entre otros equipos, es uno de los atacantes del Cadete A que dirige Pau Quesada. Un delantero que destaca por su potencia atacando los espacios y por su temple en la definición, y que llegó al Madrid en 2019 tras el fallecimiento de su padre en un accidente de tráfico, procedente del Leganés. Es internacional Sub-16 con España. Aunque hay algo que no ha heredado de su padre, zurdo cerrado; él prefiere conducir y golpear con la diestra, aunque se desenvuelve bien con ambas piernas.
Cadete Femenino: María González
No sólo están presentes los hijos de los exmadridistas en la cantera masculina; en el Cadete femenino que dirige Roberto Tomás aparece María González, nada menos que hija de Raúl González Blanco, tercer máximo goleador de la historia del club blanco y actual entrenador del Real Madrid Castilla. María jugó durante tres temporadas en el Olympia Las Rozas y se incorporó en el arranque de este curso a la sección femenina del Madrid. Se desenvuelve como delantera y tiene en casa al mejor maestro posible para aprender a dominar el arte del gol.
Benjamín B: Martín Casillas
Pese a que en la web del club blanco aparece como Martín Carbonero, en un intento del club por rechazar la presión que puede recibir el chaval, en el Benjamín B juega el hijo del que haya sido probablemente el mejor portero de la historia blanca: Iker Casillas. El héroe de Glasgow para levantar la Novena y que también ganó la Octava y la Décima, además de dos Eurocopas y un Mundial con España, siendo fundamental en todos esos títulos. Su hijo Martín ha seguido sus pasos: también se desarrolla como portero y se incorporó el pasado verano, procedente del Pozuelo.
Debutantes: Nicolás Courtois y Lucas Vázquez
En la categoría de menor edad de la jerarquía de Valdebebas aparecen dos hijos de actuales futbolistas de la plantilla blanca: Nicolás, hijo de Courtois, y Lucas Vázquez, al que su nombre delata claramente como vástago del lateral diestro madridista. El primer es definido en la web del club como centrocampista; el segundo, como delantero. Pero ambos apenas están empezando, tienen tiempo para descubrir sus verdaderas vocaciones en el terreno de juego.