El modelo de la economía azul fue galardonado con el premio Zayed en Emiratos. Se enfoca en el desarrollo no invasivo de los ecosistemas marinos, que podría favorecer a América Latina regionalmente.
El economista Gunter Pauli ha sido uno de los jueces del Premio Zayed a la Sostenibilidad, galardón mundial pionero de Emiratos. El modelo de la economía azul, una iniciativa muy interesante, fue galardonado con el premio a la sostenibilidad.
Se cree que, para marcar la diferencia en este ámbito, hay que volver la mirada a los mares. Con la fuerza de los mares, el modelo de negocio se vuelve más barato. Es decir, hay que explotar lo que es gratuito. En la naturaleza todo es: el agua, el aire, la tierra. En este ámbito, todo se puede usar sin tener que pagar nada.
De esta forma, la economía azul no solo tiene en cuenta a los humanos, sino que también se apoya en los animales y otros seres vivos. Al contrario de lo que sucede en los países industrializados de Europa, Latinoamérica es un lugar fértil para llevar a cabo la opción económica de la economía azul.
¿Qué es la economía azul?
Si queremos comprender cómo funciona la economía azul, hay que empezar diciendo que no es verde. Se la denomina azul, ya que utiliza la fuerza de los mares, que han sido dificultosamente maltratados y dejados de lado.
Los modelos verdes han intentado, fallidamente, hacer todo sostenible, bajo el mismo modelo de negocio: intentar vender lo más barato posible. Pero, esto es algo realmente difícil.
Para explicar el modelo, podemos poner de ejemplo la rivalidad de producción de café a nivel global. Un productor en Chiapas no puede producir más barato que uno en Vietnam. No obstante, el productor de México puede enriquecer la cereza del café con otras características, con las que en Asia no pueden.
De esta forma, la economía azul ofrece usar los elementos accesibles en cada zona y crecer económicamente. Los granos que no sean tan atractivos a la venta se pueden reutilizar para continuar enriqueciendo la tierra. Además, con los residuos de la tuesta se pueden cultivar otras plantas recibiendo beneficios para un crecimiento más enriquecido. Siguiendo este modelo, los productores tienen la posibilidad de diversificar su oferta en el mercado. Así, no solo son productores de café, sino que tienen la posibilidad de transformarse en productores de otra mercadería que nazca de los residuos del café.
Con todo esto, podemos decir que la economía azul es crear valor añadido a lo que poseemos, hasta a los desechos. Por esto, la propuesta de la economía azul fue galardonada con el Premio Zayed a la Sostenibilidad 2021 en Emiratos.
Ignorancia de la economía azul
Uno de los desafíos a los que se va a enfrentar la economía azul es la ignorancia, ya que la gente no sabe que existe. Otro de los retos es encontrar gente talentosa para implementarla. No obstante, este modelo busca inspirar a las nuevas generaciones para integrarla a sus comunidades.
Los expertos reconocen que la economía azul es algo muy nuevo y desconocido, incluso para la ONU. Y se trata de algo que trata muchos elementos juntos: alimento, pobreza, energía y movilidad. Por ello, se busca una sustentabilidad a nivel comunitario.
Podemos decir que este modelo tiene un enfoque más holístico, en el que cada acción tiene un efecto multiplicador. De esta forma, este nuevo modelo hace que en la naturaleza no exista el desempleo, en ella, todo se aprovecha.