Serán 62 partidos hasta que termine la temporada si todo va bien y se llega a la parte final de todo lo que hay en juego. Seis títulos y mucha opciones para una plantilla reducida en la que hay 24 jugadores pero de la que aún deben salir Mariano y Odriozola. Y un Mundial de por medio que hará todo más complicado (siete partidos si se llega a la final en Qatar), más cuatro encuentros internacionales con las selecciones además del Mundial. Ese es el argumento que maneja Ancelotti estos días para tener activa a una de las mejores plantillas que ha tenido el Madrid en los últimos años, con dos equipos, el teóricamente titular y la Unidad B, llenos de calidad y fortaleza física.
A día de hoy el técnico italiano cuenta con que, en esa plantilla en la que ahora hay 24 jugadores pero en la que podría haber 22 si salen Mariano y Odriozola, estarán Asensio y Ceballos. La situación de los dos españoles es distinta aunque ambos terminan contrato en 2023 sin que el Madrid les haya puesto sobre la mesa oferta de renovación alguna.
La salida de Ceballos se ha ido enfriando con el paso de los días del mercado. El jugador tenía la esperanza de que el Betis, su gran ilusión para salir del Madrid, activara alguna solución económica que le permitiera presentar una oferta en el Bernabéu. Pero no ha sido así. Si la operación es económicamente difícil (traspaso más sueldo de Ceballos), a ello se une que no es de las posiciones que Pellegrini crea que hay que reforzar. El utrerano ha rechazado otras ofertas, porque no le vale cualquier destino y, como es lógico, prioriza quedarse en España. No hay muchos equipos de LaLiga que puedan permitirse su ficha actual. Con todo, Ancelotti sí le ha dejado claro que es precisamente en el centro del campo donde hay más competencia en el equipo aunque, del mismo modo, está muy contento con la pretemporada que está haciendo.
La situación de Asensio parece más clara. El jugador ha dicho a Ancelotti que quiere quedarse y ganarse la titularidad. Pelea por el puesto con Rodrygo (y con Valverde para los partidos importantes) pero, sobre todo, no ha llegado Mbappé, que es quien realmente le cerraba la puerta. Ha dicho a Mendes que deje de buscarle equipo. Pero el Madrid está en vilo, pues si llega una oferta de última hora que le haga salir (porque merezca la pena a club y jugador) se vería obligado a buscar una solución de urgencia para reforzar la delantera.