Fin del voto rogado para españoles en el extranjero
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El voto de los extranjeros en España es un tema pendiente de resolver. Desde hace unos meses, el Congreso de los Diputados está intentando adaptarlo a los nuevos tiempos. Objetivo: aumentar la participación de los expats españoles en todo el mundo en todas las citas electorales. Algo que solo se conseguirá permitiendo votar de modo sencillo, rápido y evitando grandes desplazamientos.
Estudiando las diferentes opciones
El encargado de dar con una fórmula que satisfaga a todos es el Congreso de los Diputados. Lo llevaa cabo a través de una comisión en la que participan todos los partidos políticos. Esta comisión cuenta con el asesoramiento de todas las partes implicadas:
- representantes de la Junta Electoral Central
- la Oficina del Censo Electoral
- el Ministerio del Interior
- el Ministerio de Exteriores
- la organización Marea Granate (organización transnacional, horizontal y apartidista formada por emigrantes y simpatizantes, que, entre otros asuntos, impulsa nuevas formas de participación política, auto organización y defensa de los derechos más allá de las fronteras. El colectivo nace a la luz de otros movimientos sociales recientes en España durante los últimos años. En su Web explican que son la extensión de ellos al exterior. El color de la asociación es granate como el color de los pasaportes).
- la Federación Internacional de Entidades Catalanas
- dos profesores universitarios comparecerán antes de que acabe el año
Críticas de Europa al voto rogado
La Comisión de Peticiones del Parlamento Europeo envió en 2016 al Gobierno de España y al Congreso de los Diputados español una carta al respecto. En ella advertía del “menoscabo” que supone el voto rogado para los derechos de los españoles residentes en el extranjero.
Según su carta, la comisión expresaba su “preocupación” y animaba a modificar la ley “para mejorar el procedimiento”. En aquel momento, la Junta electoral acababa de enviar un informe al Ejecutivo y las Cortes. El informe proponía que se permitiera votar por internet para combatir el descenso de participación causado por la ley aprobada en 2011. Las dudas de algunos países europeos, como UK, sobre la seguridad de este sistema hace difícil que se acepte este sistema.
Acabar con el voto rogado
El objetivo ahora es acabar con la fórmula del voto rogado (sistema en el que el español en el extranjero “ruega” que se le permitan votar en los comicios de su país, Esto supone que es una concesión, un permiso, una excepcionalidad, en la que prácticamente recaen todos los esfuerzos y pocos derechos).
Tras escuchar sus sugerencias o soluciones para suprimir el voto rogado, la idea es que los grupos parlamentarios comiencen a presentar enmiendas parciales a la proposición de ley que el PSOE y Unidas Podemos registraron el pasado febrero y que fue tomada en consideración tan solo dos semanas después, con el apoyo, entre otros, del PP.
Fechas
Sin embargo, una vez celebre las comparecencias relativas al voto rogado, la subcomisión electoral tendrá que acordar a qué expertos cita para tratar los demás asuntos que quieren tratar. Pero eso será ya en 2022. Así que es posible que hay que esperar a que finalicen la totalidad de los trabajos de la subcomisión (que incluyen otros aspectos de la Ley electoral) para que se lleve a cabo la reforma del procedimiento del voto exterior.
Propuestas al voto de expats
Cabe recordar que en su iniciativa, PSOE y Unidas Podemos plantean que la descarga telemática de la papeleta (poder imprimir las papeletas desde cualquier ordenador personal). Esto permitirá adelantar los plazos de envío de la documentación electoral, facilitando de esta manera su recepción en plazo.
Por su parte, el grupo de ERC planteó la opción de que un español pudiera votar en unos comicios en nombre de hasta tres expats que le hubieran delegado ese derecho.
También amplía de tres a siete días los plazos para el depósito del voto en urna. También mantiene la posibilidad de enviar el voto por correo postal a la Oficina Consular (embajada) correspondiente en caso de que el elector no pueda acudir a votar en la dependencia habilitada.
Además, se amplía el plazo para el escrutinio (el recuento) de los votos emitidos desde el extranjero de tres a cinco días. De este modo se consigue que haya un “esfuerzo de participación democrática de los conciudadanos en el extranjero y que ellos lo tomen en consideración”.
El Congreso ya abrió en mayo de 2017 una subcomisión para estudiar posibles cambios en la Loreg y la supresión del voto rogado fue de uno de los asuntos que más consenso suscitó de entrada entre los grupos parlamentarios.
Meses después, la subcomisión llamó también a varios expertos en el voto exterior para que les recomendaran posibles alternativas al ruego del voto.
Sin embargo, las dudas de algunos partidos sobre las propuestas presentadas por el entonces ministro de Exteriores, Josep Borrell y el adelanto electoral de abril de 2019, interrumpieron los trabajos que ahora se están retomando.