Un miércoles 23 de noviembre da comienzo la pretemporada del Sevilla. O mejor dicho, la pretemporada de Jorge Sampaoli en su segunda etapa como técnico del cuadro nervionense. Tras diez días de vacaciones, los profesionales de la primera plantilla sevillista se ponen manos a la obra para no perder ni el más mínimo de tiempo en comenzar a dar la vuelta a la delicadísima situación clasificatoria de un equipo que cuenta con el cuarto presupuesto de la Liga pero que ocupa uno de los puestos de descenso tras un espantoso comienzo de temporada.
La receta del argentino es sencilla: vuelta a lo clásico. Esto supone que el Sevilla se entrenará desde hoy mismo en dobles sesiones en su Ciudad Deportiva hasta que vuelvan a disputar un partido oficial, algo previsto para el 21 de diciembre en la segunda eliminatoria de la Copa del Rey ante el Juventud de Torremolinos. De momento, no está prevista la disputa de ningún partido amistoso. Del mismo modo, atrás quedaron todo tipo de giras internacionales en la que prima más lo económico que lo deportivo. El Sevilla se la juega y todo se preparará en su laboratorio de la Carretera de Utrera, que se abrirá a los medios de comunicación únicamente durante 15 minutos en el primer entrenamiento de cada jornada.
Sampaoli no podrá contar desde el inicio con los diez mundialistas del equipo, la representación más numerosa de la historia del club. Bono, Dmitrovic, Montiel, Acuña, Telles, Gudelj, Delaney, Papu Gómez, Dolberg y En Nesyri se irán incorporando conforme sus selecciones vayan haciendo las maletas y cogiendo los vuelos de vuelta desde Qatar.
Esto supone que, de momento, Sampaoli no contará ni con los porteros ni los laterales zurdos del primer equipo, por lo que tendrá que tirar de los integrantes de un filial que tampoco pasa sus mejores horas ni mucho menos. A la espera del mercado de invierno, instaurar la filosofía de juego del argentino es la prioridad absoluta.