Borja García está a punto de encarar la parte final de su recuperación tras la lesión de rodilla que sufrió en el playoff de ascenso de la temporada pasada y tiene algo muy claro: no va a precipitar su vuelta. Es consciente que en unas semanas, LaLiga parará por el Mundial de Qatar y será después cuando el mediocentro ya esté al cien por cien para competir y Míchel pueda considerarle una opción real. Borja García está tranquilo, satisfecho con el trabajo realizado hasta el momento y no escondió que “ahora ya me encuentro mejor, es un proceso lento. Pensaba que sería más rápido, pero las cosas de rodilla suelen ser lentas y las sensaciones se deben corresponder con el trabajo que haces. Ahora mismo no siento que sea el momento de poder meterme en el campo con los compañeros. Tengo más ganas que nunca, pero también hay un Mundial por medio. No me quiero precipitar y lo que quiero es llegar al cien por cien, estar con el equipo para ayudar y no ser una carga”.
Borja García tiene el privilegio de ser, junto a Juanpe, el único miembro de la actual plantilla que ha vivido los dos ascensos del Girona a Primera y ahora su máximo deseo es volver a disfrutar de la categoría de oro del fútbol español. Pese a que este inicio de curso no ha sido el del todo deseado (actualmente se lleva solo un punto de los últimos 12), instó a confiar porque “verlo desde fuera es muy complicado. Estamos en Primera. En los últimos cuatro partidos en los que no se ganó pueden mermar y hacer desconfiar, pero el equipo compite y es sólido pese a recibir goles. No se va nunca de los partidos sea quien sea el rival. Hay que tener confianza. El año pasado también costó arrancar, pero con el paso del tiempo y la evolución se verá un fútbol muy bonito y será una temporada histórica también”. El objetivo a nivel grupal, como no, es la permanencia, y a nivel personal Borja García solo tiene una cosa en mente: “Estar bien, tener salud y poder disfrutar del día a día con los compañeros. Le relación se hace en el campo y es lo que más echo de menos. Quiero disfrutar con el equipo”.
Tras ello, el mediocentro tiró de memoria y salió el gol que logró ante el Eibar en el partido de vuelta de la semifinal del playoff de ascenso del pasado curso. Fue un golazo y puso en vuelo al Girona hacia la final. “Lo recuerdo con mucha felicidad por el contexto, fue el mejor gol que he marcado en mi carrera. Después de un año complicado en lo personal, poder ayudar al equipo a que se pudiese lograr esa eliminatoria tan complicada fue una felicidad. Me quitó el peso de encima tras no hacer una temporada buena. Eso sí, no habría valido para nada si los compañeros no hubiesen hecho algo histórico en Tenerife. He tenido la suerte de participar en los dos ascensos y ahora quiero volver para disfrutar de Primera con los compañeros”. Por último, habló de paciencia. Toca confiar en un Girona que se reforzó con multitud de jugadores en verano y “poco a poco se irán viendo cosas. Estamos en Primera y el Girona, como club, ha demostrado que merece estar aquí”.