“Yo después de Qatar lo dejo“, advierte Bartolomé Márquez, Tintín para toda la vida como él mismo asume, proclamado recientemente mejor entrenador de la Liga qatarí y único perico, junto a Ernesto Valverde, que ha alcanzado dos finales europeas. El exjugador y técnico se soltó a su paso por el programa cómico ‘Perico Que Vola‘, donde exhibió dosis de ese buen humor que ha caracterizado su carrera y que le jugó una mala pasada, casi una estocada, cuando comandaba el banquillo del Espanyol.
Hoy, casi 14 años después de aquella experiencia, vuelve el club a buscar un inquilino para su banquillo. Y Márquez lo tiene claro: “En el fútbol hay que ser valiente, y los directores deportivos tienen mucho miedo. El mejor entrenador que hay ahora para ir al Espanyol es Luis García. Está preparado. ¿Que no tiene experiencia? ¿Y cuál tenía Pochettino, que venía de ser segundo del Femenino? Pues salvó al equipo”, razona. Y abunda: “Es increíble que Luis no esté ni en el club. Rufete se ha cubierto de gloria no metiendo a Luis. No sé quién ha sido el iluminado del club, cuando Luis ha llegado a quedar con la Damm por delante del Espanyol”.
De hecho, Tintín llega a establecer un paralelismo entre Luis García y Xavi Hernández, quien “ha sido un mito, sale del Barcelona, lo ha mamado desde pequeño… Si no puede ser el entrenador del Barcelona, ¿quién va a serlo? Lo extrapolo a lo de Luis, ¿no podría ser el entrenador del Juvenil desde hace tres años? Luis tiene carisma, a la gente le haría ilusión, pero en el Espanyol no se enteran“, insiste.
Reconoce Márquez haberse aburrido con el equipo de Vicente Moreno: “Lo sigo… diez minutos. No me gusta verlo, por eso no lo veo más. Respeto a los entrenadores, el que ha estado ha hecho un buen trabajo, subió al equipo, pero no va con mi idea de juego“, sentencia. Y pone en valor la permanencia con el Cádiz de un Sergio González que “ha salvado a un equipo que era imposible de salvar”, además de ensalzar a David Gallego: “Es un buen entrenador, pero no solo tienes que ser bueno tácticamente. Hay otros factores, que me fallan a mí y posiblemente le hayan fallado a él“.
Sin dejar aún la actualidad, subrayó el entrenador que Raúl de Tomás le “parece uno de los mejores delanteros de España, otra cosa es su carácter, pero como jugador es muy bueno”.
Abordó también su jocoso “olemos a muerto“, la célebre frase que pronunció tras una derrota por 3-0 en Santander, acabó por sentenciarle días después como entrenador perico. Pero Márquez, cómo no, se lo toma a broma: “Fue una premonición, porque después han hecho un tanatorio al lado de la Ciudad Deportiva. No había otro sitio donde ponerlo“, se ríe el entrenador, quien de aquella temporada 2008-09 recuerda que el presidente le pidió que no asumiera el cargo (“me dijo que como segundo entrenador ya era el puto amo”) y que “en la jornada 9 estábamos a un punto de la UEFA, pero en la 14 estaba llevando a la niña al colegio. No estábamos tan mal”, lamenta.
“Estoy muy orgulloso de mi paso por el Espanyol, tengo una peña y una puerta a mi nombre, aunque todavía no la he visto. No he tenido tiempo de ir”, confiesa Márquez, quien asegura que las cuatro temporadas que pasó como ayudante de Miguel Ángel Lotina (2004-06) y Ernesto Valverde (2006-08) “son los mejores cuatro años seguidos en la historia del Espanyol“.