Club y selección son vasos comunicantes en la carrera de un futbolista. El brillo en lo primero suele desembocar en lo segundo. Aunque en el caso de Marco Asensio (26 años), la ecuación se escribe ahora al revés. En una etapa donde la confianza de Ancelotti en las capacidades del balear está en entredicho, Luis Enrique le ha tendido una cama elástica a las puertas del Mundial. Brillar con España como trampolín para volver a la quiniela en el Madrid.
Con apenas 47 minutos disputados en el curso, en la última lista preQatar aparecía el extremo y como espaldarazo definitivo, su titularidad ante Suiza. Como falso nueve, además, esa posición donde Carletto solamente cuenta con un delantero centro verdadero: Benzema. Sin el francés, Rodrygo se ha puesto el gol por montera, pero Asensio ha corroborado con La Roja que su relación con la portería rival, como ejecutor o creador, sigue siendo fluida. España perdió (1-2), pero Marco cocinó el tanto de Jordi Alba. Durante la primera parte bregó, mostró que tiene ganas de Mundial. No ligó las buenas intenciones al peligro, pero en el segundo acto se reivindicó con una fantástica conducción que derivó en el tanto del lateral. Segundo golpe a la mesa en diez días.
Contra el Leipzig convirtió los pitos de la afición (después de su enfado en el encuentro frente al Mallorca) en aplausos, gracias a su fenomenal zurdazo que sentenciaba el choque (2-0). “Necesitaba ese gol. En verano dudó si salir, pero se ha quedado y todos contentos”, sentenciaba Ancelotti, que se encuentra con un Asensio con bríos renovados. Para el de Reggiolo era casi indiscutible el curso pasado hasta el ‘sorpasso’ de Valverde y Rodrygo. Aún así, acabó como tercer goleador del club (12 tantos). Ese colmillo y el impulso de la ilusión por la cita mundialista vuelven a colocar a Asensio en cartelera. Le ponen en disposición de enterrar el papel ‘residual’ que le acompaña este curso en el Madrid…
Tras el encuentro, el futbolista agradeció “el apoyo” en Instagram y emplazaba la mirada en el choque de este martes (20:45 horas) contra Portugal. Un partido que supondrá una nueva oportunidad para sacar pecho de cara a seguir comprando papeletas para Qatar y para recuperar definitivamente el crédito en el equipo blanco. Su situación contractual le permitirá ser libre para negociar un nuevo contrato a partir del 1 de enero (será libre el 30 de junio tras no renovar), de manera que acumular tiempo de juego se antoja fundamental de cara al futuro. Y es que, una temporada sin minutaje es el peor enemigo de un jugador a la hora de afrontar el mercado sin ataduras contractuales.