Si nada se tuerce, Arnau Martínez (Premià de Dalt, 2003) será el lateral derecho titular de la Sub-21 en el Europeo de Georgia y Rumanía 2023. Luis Enrique ya le incluyó en la prelista para el Mundial y el Barça anda detrás de él. Él de momento prefiere centrarse en el día día.
¿Puede explicar cómo ha vivido este último año y medio? Ha pasado de jugar en Tercera a casi ir al Mundial.
Ha sido espectacular. Si lo pienso bien no me lo creo. De pasar al Girona B a Primera es algo espectacular. Yo lo único que he hecho ha sido trabajar y esta ha sido la recompensa.
¿Nota que su vida es diferente?
Ahora hay cosas que no hago porque no es lo que los demás esperan de un futbolista profesional. Pero sigo siendo el mismo. No soy de esos que le importa que le paren por la calle para que hagan fotos o te digan cualquier cosa. Eso es una experiencia nueva, pero me gusta.
¿Se llegó a ver en Qatar?
No. Hay muchos jugadores por delante de mí.
Pero sabe que estuvo en la prelista.
Sí, eso leí. Conmigo nadie se puso en contacto. Todo lo que sé es por las informaciones que he visto en los medios.
Y eso que usted debutó en la Sub-21 en el último parón. En el Europeo sí se ve, ¿no?
Para nada. De la Fuente es un gran entrenador y le gusto, porque si no no estaría aquí. Pero en España hay muchos laterales muy buenos que están compitiendo en Primer que lo pueden hacer igual de bien que yo.
¿Es difícil motivarse para un amistoso así cuando todas las miradas están en el Mundial?
No, lo afrontamos como otra preparación para el Europeo. No es un partido más. Representas a tu país y tienes que ir a ganar. A mí, con llevar este escudo, me sobra para motivarme.
¿Qué siente cuando asocian su nombre al del Barça?
Es un halago que te relacionen con un club tan grande. Pero no sé si es verdad o mentira todo lo que cuentan.
Usted ya pasó por la Masía. ¿Qué conserva de esos años?
Tengo muchos amigos a nivel profesional. Entre ellos Balde, que está aquí con la Sub-21 y ya juega en el Barça. Coincidimos seis años en el mismo vestuario.
¿Es verdad que por entonces era usted central?
Sí, toda la vida jugué de central, salvo en el club de mi pueblo, que era delantero cuando era niño. Al llegar al Barça me pusieron de central. Cuando llegué al Girona también empecé de central en defensa de tres, pero llegó Míchel y me puso de lateral.
Ahora entiendo que su ídolo sea Mascherano, porque al verle jugar no se parecen en nada.
Siempre me gustó mucho. También era polivalente, podía jugar atrás o de mediocentro. Era un líder. Yo estaba en la cantera y le ejercer de capitán sin serlo y me fascinaba.
Hizo usted una transición rara, hay más laterales que se vuelven centrales que al revés.
Puede ser. Yo personalmente prefiero el lateral. Puedes subirte al ataque y tocar más área, que al final es lo que a todo el mundo le gusta. Aun así, no tengo ningún reparo en jugar de central.
Es curioso, lo que pasan de lateral a central dicen que se encuentran más cómodo en el centro de la defensa.
Es más cómodo porque ves el fútbol de cara. El que mejor ve el partido es el portero, que lo ve todo, pero después los centrales. Es una posición donde se indica mucho al resto y se corrige, pero, aun así, a mí me gusta poder pisar el área.
Ni qué lo diga, es usted el jugador más joven del Girona en marcar en Primera y en Segunda.
Ya desde que era central era el típico que hacía excursiones con el balón o se subía al ataque en los finales de partido cuando íbamos perdiendo.
Hablemos del partido del Bernabéu. ¿Le explicó Míchel cómo parar a Vinicius o le dejó a su aire?
Couto, que es lateral, jugó de extremo ese partido y me ayudó mucho. Intentábamos acorralarlo en dos contra uno porque es un jugador que, si te encara, lo más probable es que se marche porque es uno de los mejores del mundo. Cuando doblaba Mendy era más difícil porque era un dos contra dos, pero creo que lo hicimos muy bien.
Aquel partido le consagró, ¿cómo lo vivió?
Fue una gran experiencia en un estadio único, el mejor que va a haber en los próximos años. Es impresionante salir del vestuario y ver a todo el mundo cantando el himno. Por suerte para mí, aquello no me arrugó. Yo juego igual en el Bernabéu o en un partido con un campo de césped artificial.
¿Le abriría la puerta al Madrid a pesar de su pasado barcelonista?
Yo no le cierro a nadie la puerta. Yo lo que quiero es competir de la mejor manera en el mejor equipo que pueda, sea Madrid, Barça u otro equipo.
Además de Vinicius, ¿qué extremo le ha hecho pasar un mal rato?
Los del Athletic. Berenguer primero y luego Nico Williams, que se cambió de banda, me hicieron sufrir mucho.