Rui Silva no quiere dejar pasar más trenes. Se quedó a un suspiro de ganarse el billete al Mundial de Qatar y ahora emprende de nuevo sus desafíos en Heliópolis con la esperanza de recuperar con el tiempo esa vía de acudir a las llamadas de Portugal. No es ninguna utopía. Hizo méritos de sobra para tener un sitio con su selección y tratará de repetir su rendimiento de los últimos meses para que su camino siga bajo ese sostén de brillantez. Jugó 13 partidos con el Betis en lo que va de campaña y logró dejar su portería a cero en seis de ellos. Todo un reflejo de su crecimiento.
El revés del Mundial fue una realidad que se ejecutó con el paso de las semanas. Desapareció de las convocatorias previas de Portugal debido a la gran competencia existente, pero sus números siempre estuvieron de su lado a la hora de exigir un sitio en el torneo mundialista. Ahora le toca reiniciar su particular batalla: pelear por hacerse con la titularidad en el Betis con Claudio Bravo como competidor en la meta. No será sencillo tras haber irrumpido con más fuerza el chileno en el último tramo de campaña y ganándole incluso el sitio en Liga en el derbi ante el Sevilla.
En esa reválida, Rui Silva se siente en un escenario muy cómodo. Tiene el reto de jugar más, de ser titular en Liga y en Europa League, pero la filosofía de Manuel Pellegrini lo impide. Sus pretensiones siempre elevan su exigencia, pero también admite que este contexto de competencia y cambios constantes favorecen a su crecimiento personal. Tras el Mundial, inicia una nueva carrera consigo mismo. Quiere que su mejor versión, la que ya apareció a base de pinceladas, se confirme en Heliópolis.