Jorge Luis Burruchaga (9-10-1962, Gualeguay, Entre Ríos, Argentina) es uno de los héroes del título mundial de Argentina en 1986, marcando en la final contra Alemania, y subcampeón del mundo en 1990. Analiza el nuevo intento de la albiceleste por alzar el cetro, el último de Messi.
¿Cómo llega Argentina a este Mundial?
Sinceramente, está bien. Estamos todos ilusionados. Se están dando los factores en la búsqueda de ese ansiado título y la figura de Leo. Sin lugar a duda, el haber ganado en Brasil la Copa América le dio una tranquilidad al grupo, se sacó un peso de encima, el cómo también influye. Vamos a ver cómo llega Di María y fue una pena lo del Kun, la enfermedad. Pero si no, hubiera jugado con estos muchachos. No siempre te ves obligado a ganar una Copa del Mundo, pero más allá de eso, yo creo que Argentina logró encontrar un camino y subió un escalón. Hay una buena plantilla y te lo digo como entrenador y como jugador. Hay características distintas en todos los lugares, porque un Mundial requiere a veces de cambiar de un partido a otro, o al menos eso fue en mi experiencia. Lo hicimos en México 86. Arrancamos jugando 4-2-3-1 con Borghi, Maradona y Valdano. Después jugamos 4-4-2 con Maradona y Valdano y terminamos jugando 3-5-2. O sea, el Mundial te da esa posibilidad. Hay veces que escucho a entrenadores decir que juegan siempre de la misma manera. Para mí, el Mundial no es para jugar de la misma manera. Puedes cambiar, para eso tienes a los mejores jugadores de tu país y creo que Argentina en ese sentido tiene jugadores de un nivel bárbaro y ahí está la ilusión, sabiendo lo que es un Mundial. El de la ilusión y el merecimiento. Hay que ganar, sobre todo, el primer partido y eso te va a llevar a todo lo demás.
La elección de Qatar estuvo rodeada de polémica. ¿Qué le parece Qatar como país designado para organizar el Mundial?
Es parte de la transformación del mundo. El mundo que ha cambiado. El mundo árabe se ha metido en todas partes. En España, los clubes juegan Supercopas allá. Lo único raro de esto es haber cambiado la fecha y se juega en noviembre. Una cuestión climática, pero bueno. Yo he jugado en México a las 12:30 de la mañana y había 40 grados. O en el 90 en Florencia, contra Yugoslavia, yo sentía que hacía 50 grados. Los qataríes lo querían ahí y el estadio va a ver la temperatura que ellos quieran por dentro. Pero bueno, ya está, hay que jugar. Se cambió de fecha y fue un lío en muchas cosas, pero una vez que empiece a rodar la pelota será un Mundial más. Y creo que va a ser un Mundial que enganche en función si se da una cierta lógica de enfrentamientos en octavos y de ahí hasta una final tremenda.
Le faltará Maradona. Tendrá mil anécdotas con él. ¿Cuál le gustaría recordar?
Justamente en un cumpleaños suyo en el 2017 en Abu Dabi, me invitó para la firma de una marca de café Maradona. No sé cómo habrá terminado hoy con los líos que ya saben, más allá de su fallecimiento. Fui a verlo a Abu Dabi y me quedé con él en Dubái y lo vi y lo vi bárbaro. En 2017. Fue físicamente la última vez que lo vi 2017 y charlamos mucho. Hablamos mucho de los mundiales. Él me hablaba de algunas cosas que le gustaría hacer, me hablaba de su problema de la rodilla, que yo de hecho tengo una prótesis y le decía que se pusiera una. Fueron unas charlas únicas. Estaba trabajando en el fútbol de nuevo. Se le veía feliz de estar adentro de la cancha y esos fueron los últimos momentos que compartí en persona con él, poder hablar dentro de la problemática que ya venía teniendo. La desgracia de haber fallecido joven, pero también de haber vivido una vida de más, más de esa edad de 60 años. Él eligió vivir una vida a su manera, uno puede compartirla o no, pero cada uno tiene derecho de vivir la vida que quiere. Y en eso yo creo que es el valor agregado a Maradona. Yo me quedo con el futbolista y con el amigo que no le echó culpa a nadie.
Ustedes, con Maradona, encontraron un Mundial. Ahora Argentina quiere buscar con Messi otro. ¿Quién le parece mejor?
Los dos y los dos son argentinos. y hace 40 años que los dos mejores jugadores del mundo son argentinos y es lo que uno valora. A Leo lo único que le falta es un Mundial. Ojalá lo pueda ganar, pero no lo va a hacer mejor que Maradona ni inferior a Maradona. Y aquí mismo en Madrid, tuvimos al primer gran jugador argentino que fue Alfredo Di Stéfano. Era argentino también.
Hay una gran diferencia entre cómo llegó Argentina al 86, donde salió campeona, y como lo hace ahora. De aquellas críticas feroces al optimismo más absoluto ahora.
Es cierto. Todo lo contrario. A nivel proceso no hay más comparación. Se puede sacar la prensa argentina en aquel momento para comprobarlo. Todas las críticas que recibió Bilardo por lo que significaba, por su ideología de juego, por cómo era su historia como jugador y como entrenador. Hoy en Argentina hay mucho optimismo. Lleva, y no es un dato menor, 34 partidos invicta. Scaloni tiene un equipo consolidado. Tiene un muy buen plantel, con muy buenos jugadores en todas sus líneas, con jugadores con diferentes características. Por ahí hay plantel y parecen todos enchufados. Esto es lo que nos hace ilusionarnos, pero por experiencia uno sabe que hay que tener los pies sobre la tierra y va a ser un Mundial para todos durísimo. Siempre ponemos dos o tres candidatos, pero luego aparece una selección sólida como Croacia en el pasado y termina jugando la final. Francia no era el gran candidato del pasado, como terminó siendo un campeón y tiene eso.
¿Cuál es el sello de Scaloni en esta selección?
La agarró el después del Mundial, habiendo trabajado con Sampaoli como tercer ayudante, conociendo jugadores y siendo contemporáneo con ellos, agarró el primer recambio donde varios habían terminado su historia con la selección, como Mascherano, Banega, Higuaín… Un montón de jugadores que le dieron mucho al fútbol argentino y les faltó el título. Entonces se fue mezclando con los más nuevos. Los nuevos son los que hoy prácticamente están jugando. Como Romero. Pero yo me fijo en el centro del campo, que me parece bien la clave de esta Argentina. Con Paredes, De Paul, la aparición de Enzo Fernández. Argentina vuelve a tener esos mediocampistas que a uno le gustan, dinámicos, de buen juego y creo que eso es fruto del cuerpo técnico. Al Cuti Romero, la verdad yo no lo tenía ubicado y no me imaginaba que iba a tener este nivel. Lo mismo me pasa con González, con el Correa del Inter, con el Correa del Atlético… Quizá nos falta otro delantero de área, pero también están saliendo. Argentina tiene un caudal de muy buenos jugadores.
Mucha gente actual no le vio a usted jugar. ¿Con qué jugador identifica más lo que fue su juego?
Cuando empezamos con Bilardo nos hacía mirar jugadores y a mí me hacía mirar mucho a Schuster. Me ponía sus vídeos. 90 minutos de partido de Schuster enteros. Entonces no había cortes, no había edición, me hacía mirar a Schuster durante un partido completo. Después, de los tiempos recientes hay un jugador argentino que se pareció mucho a mí, lo conocen, es Lucho González. Por el físico, por sus características, jugaba por izquierda, por derecha, era mediapunta, tenía gol, daba asistencias… En estos tiempos el fútbol ha cambiado. Es más posicional, a veces no me gusta tanto porque tienen mucho tiempo la pelota en los pies. Pero Lucho González se parecía a mí y Bilardo me mostraba mucho a Schuster.