Ligue 1: todos contra el PSG

719
Ligue 1: todos contra el PSG

Tras más de dos meses de ausencia, la Ligue 1 abre el telón una temporada más a partir de este viernes. Será una temporada atípica por dos componentes. El primero el Mundial, que hará que, de noviembre a diciembre, se pare la competición durante prácticamente un mes. El segundo, la remodelación de la primera división del fútbol francés, que contará con 18 equipos a partir del próximo curso, por lo que habrá cuatro descensos directos y no dos como se venía haciendo de forma general. El PSG, como cada año, parte con un favoritismo extremo y, a priori, no hay ningún equipo de la liga que pueda hacerle frente. Analizamos en Diario AS a los 20 equipos de la competición que arranca a partir de las 21 horas con un Lyon-Ajaccio este viernes.

PSG

El PSG afronta una temporada más con la obligación -o la necesidad, según se mire- de ganar la Champions League. Los parisinos realizaron una temporada bastante irregular que culminó con una eliminación en la Copa de Europa en el Bernabéu que obligó, de forma contundente, a actuar al Emir de Qatar. Al-Thani y Al-Khelaïfi decidieron cambiar tanto al entrenador, Pochettino, como al director deportivo, Leonardo, para calmar las aguas en el Parque de los Príncipes, que pitó a sus jugadores durante un gran tramo del curso pasado en señal de protesta y que ve como, tras mucho tiempo sin rumbo, las cosas se están haciendo bien en la capital francesa.

Christophe Galtier fue el elegido por Luis Campos, con el que ya trabajó en el Lille antes de ganar la Ligue 1 en 2021, para reflotar el proyecto. Se habló durante una gran parte del verano de Zidane, pero el portugués, a modo de consejero deportivo, apostó siempre por el exentrenador del Niza como sucesor de Pochettino. Fiel al 4-4-2, el técnico de 55 años ha implantado un sistema de tres centrales que contrasta con la simpleza que siempre le ha caracterizado a lo largo de su carrera. De momento, su idea de juego es atractiva, ha potenciado a Messi y Neymar y, además, los problemas defensivos en transición que tanto daño le hicieron al PSG parecen, aunque sea de forma paulatina, corregidos. Galtier será juzgado única y exclusivamente por lo que haga en Champions y poco importará si gana todos los títulos nacionales.

Escudo/Bandera equipo

El mercado de fichajes del PSG no tiene nada que ver con el que realizó hace un año. Al-Khelaïfi ya avisó en una entrevista en julio que era el fin de los lujos en París y así se ha corroborado con las incorporaciones. El club ejecutó la opción de compra por Nuno Mendes (38 millones), reforzó la defensa con Mukiele, ideal para jugar tanto de central como carrilero y central en líneas de tres, incorporó al joven delantero Hugo Ekitike, revelación la temporada pasada con el Stade Reims y también ha fichado a Renato Sanches de última hora para complementar a Verratti en el medio. El vigente campeón de la Ligue 1 sigue trabajando para fichar a Skriniar, además de intentar dar salida a los ‘indeseables’: Wijnaldum, Ander Herrera, Kurzawa, Draxler y Rafinha.

Todo lo que no sea ver campeón al PSG en la Ligue 1 será una rotunda decepción. No obstante, el conjunto de Christophe Galtier será juzgado única y exclusivamente por el papel que desempeñe en la Champions League. Poco importará si arrasa en todos los títulos nacionales porque todos los pronósticos le dan como más que campeón antes de iniciar las respectivas competiciones. Ya ha conseguido la Supercopa, lograda en Israel ante el Nantes por un contundente 4-0. Ahora queda confirmar si las buenas sensaciones que ha mostrado el equipo con Galtier en pretemporada son un espejismo o no en Europa, competición en la que es un inexperto al apenas haber sumado un empate en seis partidos.

Marsella

El Olympique de Marsella es lo más parecido a una montaña rusa que existe en el fútbol francés. Es un equipo que vive de picos muy altos que, por circunstancias inexplicables, acaban bajando de forma inmediata. Tras una temporada extraordinaria con Sampaoli, terminando en segunda posición en la Ligue 1, el conjunto marsellés vio como el argentino dimitía justo antes de comenzar la pretemporada, alegando que el club no le daba fichajes que aspiraran a competir en la Champions League y que le permitieran afrontar la temporada con plenas garantías.

Para suplir al ya exentrenador del OM, Pablo Longoria, presidente del histórico francés, decidió darle las riendas a Igor Tudor. El exjugador de la selección croata no cuenta con una dilatada experiencia dentro de los banquillos, pero su gran trabajo en el Hellas Verona, practicando un fútbol bastante ofensivo, fueron suficientes para convencer al español. Sin embargo, mientras escribimos estas líneas, Tudor está en el alambre. No ha caído de pie en el vestuario, hay jugadores que se han reunido con Longoria para calmar las aguas y su estilo de juego no convence al público, que añora el fútbol ofensivo de Sampaoli con el que vibró a lo largo de todo el curso pasado.

Escudo/Bandera equipo

El mercado de fichajes del Marsella han sido constantes maniobras del dúo español Longoria-Ribalta, fichado este verano a petición del presidente. El club ejecutó la opción de compra que disponía por Pau López, Ünder, Guendouzi y Milik. En defensa, llegó el gigante Isaak Touré, de 2,06 metros, para reforzar al equipo tras la insustituible marcha de William Saliba. Mbemba, del Oporto, también aterrizó en el sur de Francia para instalarse en el sistema de tres centrales de Tudor. Clauss y Nuno Tavares, carrilero derecho e izquierdo respectivamente procedentes del Lens y del Arsenal, han sido los elegidos por la dirección deportiva para las bandas. Y, en ataque, Luis Suárez, del Granada, fichó por 10 millones de euros. Alexis Sánchez podría llegar en los próximos días para cerrar una plantilla que, a pesar de ser completa, genera dudas para la Champions League.

La temporada del Marsella puede ser o brillante o un caos. Nunca hay término medio. Tras haber batido el récord de derrotas seguidas en la Champions League hace dos años (13), los de Tudor intentarán hacer un gran papel y no distraerse en la Ligue 1, competición en la que esperan repetir el segundo puesto de la temporada pasada, aunque hay rivales como el Mónaco o el Lyon que amenazan con quitarle la posición de acceso directo a la máxima competición continental. Tras una pretemporada insípida, Tudor no convence, de momento, y los presagios no son buenos con el único equipo francés que, hasta la fecha, tiene una Champions en su haber.

AS Mónaco

El Mónaco fue, sin duda, una de las grandes sorpresas del tramo final de la pasada Ligue 1. En enero, el conjunto monegasco destituía a Niko Kovac y fichaba a Philippe Clement para llevar las riendas del proyecto. Tras un inicio para olvidar del belga, con una eliminación en manos del Sporting de Braga en la Europa League de por medio, el dueño del club, Ryboloblev, estuvo a un paso de destituir al entrenador y a Paul Mitchell, actual director deportivo. Sin embargo, una victoria por 3-0 ante el PSG en marzo y una racha de 12 victorias seguidas, hicieron recular al ruso. El equipo acabó en tercera posición y salvó los muebles de una temporada que pudo acabar en un desastre de grandes proporciones.

Philippe Clement cumple su primera temporada completa en el banquillo del AS Mónaco. El exentrenador del Brujas sustituyó a Niko Kovac en enero en un momento delicado para la entidad y, aunque su comienzo no pudo ser peor, enmendó la situación de forma extraordinaria. Fiel de las alternancias de sistema en medio de los partidos, el belga intentará clasificarse a la fase de grupos de la Champions League. Mientras escribimos estas líneas, el Mónaco está disputando la tercera ronda contra el PSV y jugaría otra ronda más en caso de pasar la eliminatoria.

Escudo/Bandera equipo

El mercado del Mónaco no está siendo fulgurante. A pesar de que el club ha ingresado una cifra espectacular por Tchouaméni, que fichó por el Real Madrid por 80 millones, además de los 35 por la renovación de Mbappé, la entidad del Principado sólo ha fichado a Minamino, del Liverpool, y a Embolo para reforzar el ataque, que contará, además, con Ben Yedder, Volland, Diop o Golovin, entre otros. A la espera de fichar un recambio para el ya jugador del Real Madrid, que podría ser Soumaré (Leicester), la plantilla todavía no está cerrada ni mucho menos. Podría llegar un central ante una posible salida de Badiashile y los laterales también pueden sufrir modificaciones.

El Mónaco es, ahora mismo, junto al Olympique de Lyon, uno de los pocos equipos que podrían molestarle al PSG en su lucha por conseguir la Ligue 1. Los monegascos son un equipo de mucha calidad línea por línea, pero todo dependerá de la regularidad, ya que en las últimas temporadas, el equipo ha comenzado muy mal el campeonato y sólo un sprint final ha podido salvar la clasificación. Clement confía plenamente en revertir esta situación y la pretemporada del equipo, que ha ido de menos a más, aviva las esperanzas de los aficionados.

Rennes

El Rennes fue uno de los equipos que mejor fútbol practicó de toda la Ligue 1 la temporada pasada. Sin embargo, un final irregular le privó de disputar la Champions League, competición que tan sólo ha disputado en una ocasión y fue hace dos años. Los bretones, con un equipo plagado de jugadores técnicos, aspiran a ser uno de los favoritos para acabar entre los tres primeros clasificados. Disputarán la Europa League, competición en la que esperan desempeñar un gran papel, aunque puede ser un condicionante para afrontar en plenas garantías la Ligue 1.

Bruno Genésio, renovado hasta 2025 recientemente, cumple su segundo año completo en la Bretaña Francesa. Criticado por su falta de resultados en el Olympique de Lyon, el técnico, alejado de la presión, practicó un fútbol ofensivo que hizo del Rennes el segundo equipo más goleador de toda la temporada pasada en la Ligue 1. Innovador en la salida de balón, ya sea con cuatro defensas o tres centrales, los constantes cambios de posición de los jugadores y lo agresivo que es campo rival hicieron de Genésio un entrenador ultraofensivo y con grandes ideas tácticas a la hora de afrontar repliegues defensivos. Su gran debe sigue siendo las citas importantes, algo que le privó de entrar en Champions el curso pasado.

Escudo/Bandera equipo

Hasta la fecha, el mercado del Rennes no ha sido muy intenso, pero se espera que el club acelere en agosto. La venta de Aguerd a 35 millones, igualando a Dembélé como la salida más importante de la historia del club, le ha dado cierto margen de maniobra al director deportivo, Florian Maurice, para acometer distintas operaciones. Mandanda, mítico portero del Marsella, aterrizó libre para paliar los problemas en la portería y, en defensa, Arthur Theate, del Bolonia, y Joe Rodon, del Tottenham, han sido los elegidos para cubrir la baja de Aguerd. Sulemana y Doku, que estaban en la rampa de salida, se han quedado finalmente y Terrier, en la órbita del Dortmund, también ha seguido en el noroeste de Francia. Además, tras la venta de Tel al Bayern por 20 millones, la dirección deportiva del Rennes está intentando fichar a un delantero, que podría ser o Gouiri (Niza) o Kalimuendo (PSG).

El objetivo del Rennes en los últimos años cada vez que empieza una temporada es entrar en puestos de acceso a la Champions League. Los bretones tienen un estilo de juego moderno y ofensivo que ha sorprendido dentro del fútbol francés. Sin embargo, el hecho de disputar Europa League puede agotar físicamente a los de Genésio, que cuentan con jugadores de la talla de Terrier, Bourigeaud, Sulemana, Doku o Lovro Majer, la joya de la corona croata, quieren asaltar por fin la segunda posición de la Ligue 1.

Niza

El proyecto de INEOS del Niza, iniciado en 2019, todavía no ha conseguido el objetivo prioritario de la empresa petroquímica: clasificarse a la Champions League. Tras varios años revolucionando el mercado de fichajes con importantes incorporaciones, el conjunto de la Costa Azul sigue sin asentar un proyecto sólido que pueda aspirar a colarse entre los tres mejores clasificados de la Ligue 1. Después de la salida de Galtier, fichado por el PSG, el club ha recurrido a Lucien Favre, que, de 2016 a 2018, hizo del Niza un equipo espectacular con un fútbol ofensivo y que espera repetir la fórmula, aunque esta vez con una plantilla mucho más competitiva y adaptada al juego del suizo.

Favre, que ha vuelto a Niza tras cuatro años en el fútbol alemán, estuvo muy cerca en 2016 de pelear por la Ligue 1. El juego de posición que implantó en el sur de Francia, potenciando a jugadores como Seri, Belhanda, Balotelli o Dante, le valieron para fichar por el Dortmund, con el que no cumplió los objetivos esperados. Ahora, coge el testigo de Galtier para sacarle jugo a una plantilla de muchísima calidad que contrastaba con el clásico 4-4-2 del ya nombrado nuevo técnico del PSG.

Escudo/Bandera equipo

El mercado del Niza no ha sido, por el momento, fructífero. Para paliar la salida en portería de Walter Benítez, les Niçois han fichado al veterano Kasper Schmeichel, que llega libre tras resolver su contrato con el Leicester. En el centro del campo, Ineos decidió fichar a Alexis Beka Beka, una de las mayores promesas del fútbol francés que fichó, sorprendentemente, hace un año por el Lokomotiv de Moscú. Rares Ilie, del Rapid de Bucarest, ha aterrizado por 5 millones de euros y las águilas ejecutaron la opción de compra que tenían sobre el guardameta Marcin Bulka, que pertenecía al PSG. Se espera que llegue Aaaron Ramsey y que se produzcan varias incorporaciones para adecuar a los jugadores al estilo de juego de toque de Favre.

El Niza, que disputará la Conference League, tiene mimbres y jugadores para aspirar a ser uno de los tres mejores equipos de la Ligue 1. Todo dependerá del nivel de futbolistas como Gouiri, Thuram, Stengs o Dolberg, que todavía no ha terminado de asentarse al siempre físico fútbol francés. Con Lucien Favre a los mandos, la plantilla, que es idónea para su estilo de juego, puede ser perfectamente una de las tres mejores de toda la competición. Si consigue erradicar los continuos problemas defensivos que ha sufrido a lo largo de los últimos años, el Niza aspirará, seguro, a una plaza de Champions durante toda la temporada.

Estrasburgo

Contra todo pronóstico, el RC Estrasburgo fue la revelación absoluta de la temporada pasada en la Ligue 1. Rozó la clasificación para la Champions League, tuteó a todos los grandes de Francia y Julien Stephan introdujo un fútbol totalmente reconocido con una plantilla de mínimos que casi obra el milagro. Aunque no pudo clasificarse finalmente para ninguna competición europea, el conjunto alsaciano espera repetir, o al menos acercarse, a la excelencia futbolística con la que hizo soñar a sus aficionados con una hipotética clasificación a la Copa de Europa.

Julien Stephan, entrenador más joven de toda la categoría con 41 años, cumple su segunda temporada en el Estrasburgo. Avalado por su extraordinario trabajo en el Rennes, el técnico superó todas las expectativas con una sexta posición que hacía muchos años que no se veía en la Meineau. Fan del juego de posición, Stephan consiguió cambiar de forma radical el conservadurismo de su predecesor, Thierry Laurey, por un estilo de juego que acumulaba muchos jugadores en campo rival y que sacó el máximo jugo de una plantilla con muy pocos recursos para acabar entre los seis mejores clasificados. En su segundo año, el exentrenador del Rennes buscará un milagro todavía mayor del cosechado el curso pasado.

Escudo/Bandera equipo

El mercado de fichajes de los alsacianos no ha sido, ni mucho menos, muy agitador. La baja de Caci en defensa es un hándicap para Stephan, ya que era un jugador polivalente y adaptable a un sistema de cinco defensas tanto como central como de lateral. Pierre-Gabriel, Dagba y Delaine, los tres laterales, han sido los movimientos más destacados de un mercado que todavía no ha terminado y que podría traer algún refuerzo en el centro del campo.

El Estrasburgo afronta una de las temporadas más importantes del último lustro. El conjunto de Julien Stephan, aupado por el gran nivel de la dupla Ajorque-Gameiro en ataque o de Thomasson en el centro del campo (uno de los mejores llegadores de la Ligue 1), tiene un sistema de tres centrales muy definido y que ocupa los espacios como pocos equipos del campeonato. Si Gameiro sigue al nivel de la temporada pasada, Thomasson continúa siendo regular y Perrin, junto a Nyamsi, se erige como un central contundente, el Estrasburgo tiene motivos para soñar y para creerse que puede alcanzar posiciones europeas.

Lens

Desde su meteórico ascenso en 2020, el Lens se ha quedado a las puertas de posiciones europeas en los dos últimos años. Los norteños, a través de un estilo de juego de posesión y de querer ser protagonista sin importarle el rival que tiene enfrente, buscarán, por fin, clasificarse a Europa. Durante el curso pasado, el histórico francés bordeó las tres primeras posiciones de la Ligue 1 durante un gran tramo de la temporada, pero finalmente una mala racha evitó volver a ver al Lens en competiciones europeas. Con Franck Haise, el gran artífice junto a Joseph Ougholrian del éxito reciente del club, los Sang et Or (sangre y oro) buscarán mejorar el séptimo puesto con el que rozaron las posiciones de acceso a Europa League.

Franck Haise cumple su tercera temporada completa en el Lens, la tercera en la Ligue 1. En 2020, tras la destitución de Montanier y justo antes del parón definitivo de las competiciones por parte del gobierno debido al coronavirus, el técnico de 51 años fue fichado para tan solo dos encuentros como interino, pero el Covid y el ascenso le permitieron seguir como primer entrenador. Desde entonces, el éxito ha sido imparable. Haise es un admirador de la Atalanta de Gasperini -de hecho, en una entrevista con el AS aseguró que impuso el sistema de tres centrales por un City-Atalanta en el Etihad-, por lo que su Lens, que es ultraofensivo, tiene como objetivo principal la portería rival y lleva el sello total de su entrenador. Esta temporada, Haise deberá intentar perforar los repliegues bajos con los que los rivales le salen a jugar conscientes de su estilo de juego. Si lo consigue, el Lens tiene muchas opciones de acabar en Europa.

Escudo/Bandera equipo

El mercado de los norteños ha sido uno de los mejores, hasta el momento, de toda la Ligue 1. A pesar de la baja de Cheick Doucouré, traspasado al Crystal Palace, y de Jonathan Clauss, vendido al Olympique de Marsella, el club ha fichado a Loïs Openda y Adam Buksa (para cubrir la baja de Kalimuendo, que volvió al PSG de cesión), ambos casi cifra récord, para reforzarse en ataque, además de Samed en el medio para cubrir la baja de Doucouré o Jimmy Cabot, uno de los mejores carrileros de la pasada temporada en la Ligue 1, para intentar hacer olvidar el legado imborrable que deja Jonathan Clauss. La mejor noticia es que Seko Fofana, pretendido por el PSG, de momento no tiene intención de dejar el norte de Francia, por lo que su continuidad es un añadido a un mercado ya de por sí excelente.

El Lens tiene el aval de que ya es un equipo asentado en la zona alta de la clasificación y no necesita encontrar un estilo para obtener resultados, pues el de Haise es el más rápido y eficiente para alcanzar la senda de la victoria. Ese sistema de tres centrales, que busca los espacios libres en el centro del campo con Fofana y que profundiza por las bandas con dos carrileros que son delanteros (esta temporada, salvo sorpresa, serán Frankowski y el recién fichado Jimmy Cabot), provocan superioridades constantes en ataque. La dupla Buksa-Openda tendrá el complicado reto de hacer olvidar a Kalimuendo, que en dos temporadas se convirtió en la gran referencia del Lens ofensivamente.

Lyon

El Olympique de Lyon no puede permitirse otra temporada sin competiciones europeas. Obviando al PSG, que es un gigante inalcanzable, es difícil encontrarse en Francia una plantilla de tanta calidad como la que tiene el conjunto del Ródano, que sigue luchando contra sí mismo y contra la inestabilidad que vive el club desde hace varios años. La llegada de John Textor, dueño del Botafogo, como máximo accionista le ha permitido a “Les Gones” realizar un mercado autosuficiente y darle un salto cualitativo a la plantilla para, por qué no, erigirse como uno de los aspirantes a molestarle al PSG durante toda la temporada. El hecho de no disputar Europa puede ayudar para centrar todos los esfuerzos en la Ligue 1 y para que Bosz de con la tecla de una vez por todas.

El técnico neerlandés cumple su segunda temporada en el Lyon tras un primer año en el que no supo en ningún momento potenciar a los jugadores. Jean-Michel Aulas, acostumbrado a no dar segundas oportunidades, ha reculado y le ha dado una segunda temporada a Bosz, que, en pretemporada, ha competido bien pese a una dolorosa derrota, aunque con un equipo plagado de suplentes, por 5-0 ante el Willem II. Si el exentrenador del Borussia de Dortmund vuelve a caer en los mismos errores del curso pasado, no se puede descartar que no esté en junio en el banquillo. Plantilla tiene de sobra para implantar el estilo de juego ofensivo con el que enamoró al fútbol europeo en el Ajax.

Escudo/Bandera equipo

El mercado de fichajes del Olympique de Lyon, a la espera de un central, puede ser considerado perfectamente uno de los mejores de la Ligue 1. El club consiguió convencer tanto a Lacazette como a Tolisso de que volvieran al Ródano y fichó a Lepennant, uno de los centrocampistas con más futuro de la Ligue 2 al que la segunda división del fútbol francés se le hacía muy pequeña. Además, Nicolás Tagliafico también fue un refuerzo de lujo para mejorar los interminables problemas defensivos que tantos puntos le quitaron a lo largo de la temporada pasada.

Con un elenco de jugadores extraordinario, el Lyon no tiene excusas para no acabar la temporada, o al menos cerca, entre los tres mejores clasificados de la Ligue 1. Con Lacazette recupera mucho gol, con Tolisso llegada en segunda línea y, además, con Tagliafico tiene un muro defensivo en la banda izquierda. La explosión de Malo Gusto en el lateral derecho, los galones de Caqueret en el centro del campo y la jerarquía de Lopes en portería serán, además de los fichajes, las claves para que los de Bosz no hagan otro año irregular y terminen como octavo clasificado.

Nantes

Tras 22 años de sequía, el Nantes saboreó, por fin, un título la temporada pasada. Después de un 2021 en el que se salvó de milagro en un playoff de infarto contra el Toulouse, Les Canaris cosecharon la Copa de Francia contra el Niza y se clasificaron directamente para la Europa League. Los de Kombouaré, no obstante, no han tenido una pretemporada buena y la derrota por 4-0 contra el PSG en el Trophée des Champions no augura buenos resultados, de momento. A ello hay que unirle que no han llegado muchos refuerzos y que la plantilla es de mínimos para afrontar tres competiciones en una temporada tan cargada de partidos.

Antoine Kombouaré afronta su segundo año completo en el Nantes. El técnico de 58 años estuvo muy cerca de dejar el club en verano por discrepancias con Waldemar Kita, pero finalmente el reto de devolver al Nantes a Europa le ha convencido para mantenerse en el cargo. El 5-3-2 que asentó la temporada pasada hizo de Les Canaris un equipo competitivo, muy difícil de batir y con una velocidad al contragolpe exuberante. Aunque en pretemporada el Nantes no ha dado buenas sensaciones, si algo ha caracterizado a Kombouaré es a hacer de su equipo un dolor de muelas contra cualquier rival de la competición.

Escudo/Bandera equipo

A pesar de disputar Europa League, el mercado del Nantes no es, a priori, ilusionante. La baja de Kolo Muani, su mejor delantero y un jugador que le dio muchos puntos al equipo la temporada pasada, no ha sido, por el momento, resuelta. Kita fichó al Mostafa Mohamed del Galatasaray y también incorporó a Guessand, que era suplente en el Niza con Galtier. Moussa Sissoko es, quizá, su mejor incorporación, pero la realidad es que el exjugador del Tottenham ya no es la bestia física que durante tantos años brilló en la Premier y que le valió para ser un fijo para Deschamps en las convocatorias. Se esperan dos refuerzos más antes del final de mercado, aunque con poco optimismo ante la poca calidad de los fichajes que ha hecho la dirección deportiva. Blas, su mejor jugador, podría fichar por el Lille.

El Nantes deberá elegir si se centra en la Ligue 1 o si, por el contrario, prefiere dar guerra en Europa. La realidad es que la plantilla es de mínimos y el club ha perdido mucho gol con la baja irreparable de Kolo Muani. Kombouaré tendrá que hacer otro milagro para hacer un equipo competitivo en las tres competiciones, algo que parece poco probable ante la falta de efectivos línea por línea. Repetir la hazaña de la Copa de Francia se antoja complicado, pero también parecía imposible ganar un título tras un año en el que casi desciende a la Ligue 2 y lo terminó consiguiendo.

Lille

Tras haberse proclamado campeón de la Ligue 1 contra todo pronóstico, el Lille volvió a la realidad la temporada pasada. Los norteños, sin Galtier, fichado en aquel entonces por el Niza, recurrieron a Gourvennec, que en ningún momento supo entender a la plantilla y acabó el curso en una pobre décima posición. Destituido en junio, el club fichó a Paulo Fonseca, que es un técnico ofensivo y que, de momento, ha conseguido recuperar la ilusión en los aficionados. El portugués tiene a disposición una plantilla de mucha calidad a pesar de las bajas y su objetivo principal será devolver al club a Europa, algo que fue imposible durante la temporada pasada por la incapacidad de Gourvennec de potenciar a sus jugadores.

Paulo Fonseca llega a Lille con la presión de tener que recuperar la ambición de un equipo venido a menos tras el éxtasis de haber ganado la Ligue 1. En pretemporada, el exentrenador de la Roma ha implantado una presión asfixiante, además de querer ser protagonista a través de la posesión de balón. Parece, de momento, muy poco probable que el portugués empeore lo que hizo Gourvennec la temporada pasada, que fue incapaz de sacarle jugo a una de las cinco mejores plantillas de la Ligue 1.

Escudo/Bandera equipo

En cuanto al mercado se refiere, el Lille ha tenido pérdidas importantes y el último en salir ha sido Renato Sanches al PSG. Sven Botman, su mejor defensa, fue traspasado al Newcastle y Celik, el lateral derecho titular en la temporada en la que ganó la Ligue 1, ha fichado por la Roma. Para suplir al neerlandés, los norteños ficharon a Alexsandro, del Chaves, que, de momento, no ha convencido en pretemporada y, para suplir al turco, Zedazka, revelación con el Clermont la temporada pasada como lateral derecho, fichó libre. A ello hay que añadirle la incorporación de Bayo por 14 millones tras un año brillante en el Clermont, del siempre talentoso Rémy Cabella o del experimentado Jonas Martin, que estuvo a un buen nivel en el Rennes. Se espera que Ludovic Blas, estrella del Nantes, fiche en los próximos días.

El Lille no tiene la presión de otras temporadas, pero todo lo que no sea verlos en la pelea por entrar en puestos europeos será una decepción absoluta. El mercado que ha hecho el campeón de la Ligue 1 en 2021 ha sido ambicioso y Fonseca es un entrenador que no ha llegado al Norte de Francia para no aspirar a grandes cosas. Si Bayo mantiene las cifras goleadoras que manejó en Clermont, si Cabella consigue dar un paso al frente entre líneas y si Aleksandro hace olvidar a Botman, el club tiene motivos suficientes como para volver al lugar del que nunca debió salir por la inoperancia de sus dirigentes y de Gourvennec.

Brest

Lo que parecía un cambio para mal en el Brest hace justo un año se convirtió en una de las mejores noticias para el club. La salida de Dall’Oglio al Montpellier y la llegada de Der Zakarian al Brest precisamente del Montpellier auguraron un futuro bastante incierto para los bretones, que, siendo una plantilla tan corta, se instauró de forma sorprendente en la mitad de la tabla. Salvado con solvencia habiendo perdido a su mejor jugador, Romain Faivre, en mitad de temporada, el trabajo de Der Zakarian fue mayúsculo en todos los sentidos.

El técnico franco-armenio cumple su segunda temporada en la Bretaña francesa. Competitivo como pocos en la Ligue 1, la transición del juego de posición de Dall’Oglio al conservadurismo de Der Zakarian fue justo lo que necesitaba el Brest, que, aunque comenzó el curso pasado como colista, batió el récord de victorias seguidas de su historia en la Ligue 1, lo que le permitió salvarse con holgura a falta de bastantes jornadas para la finalización del campeonato. El exentrenador del Montpellier tiene un estilo de juego de repliegue y contragolpe que, indudablemente, potenció a jugadores como Le Douaron, Honorat o Belaïli, que suplió la baja de Faivre a las mil maravillas.

Escudo/Bandera equipo

La buena noticia para el Brest es que prácticamente no ha tenido ninguna baja capital en lo que llevamos de mercado. Belaïli, aunque tiene contrato hasta enero, ha decidido continuar en la Bretaña y, a pesar de la vuelta de cesión de Agoumé al Inter, el club ha compensado su baja con Pierre-Lees Melou, que vuelve a Francia tras un paso agridulce por el fútbol inglés. Achraf Dari ha reforzado la defensa, el joven Karamoko Dembelé aterriza en Francia desde el Celtic de Glasgow y Mathias-Pereira Lage, un extremo eminentemente vertical como Dembelé, también ha fichado para darle todavía más pegada al conjunto de Michel Der Zakarian.

Difícilmente el Brest pueda igualar la temporada pasada y el récord de victorias que le permitió salir del farolillo rojo para incluso llegar a soñar con competiciones europeas. Pero si algo ha caracterizado a Der Zakarian es a ser un entrenador ultracompetitivo que nunca pierde su esencia sea cual sea el contexto del partido. Si los Duverne, Chardonnet (en defensa), Lees-Melou, Belkebla (en el medio), Mounié o Belaili, sobre todo éste, (en ataque), siguen al mismo nivel del curso pasado, el Brest no debería, a priori, pasar apuros para mantenerse en la máxima categoría del fútbol galo.

Reims

El Stade Reims ha conseguido asentarse definitivamente en la media tabla de la Ligue 1. El histórico francés, que perdió dos finales de Copa de Europa contra el Real Madrid, ha encontrado una estabilidad ‘peligrosa’ dentro del fútbol francés, ya que nunca se acerca a posiciones europeas y se encuentra, casi siempre, bordeando las posiciones de descenso. El gran trabajo de Óscar García, dando muchísimas oportunidades a los jóvenes, consiguiendo una cifra récord este verano por la venta de Ekitike, le dio una solidez al club que parecía perderse tras la salida de David Guion como entrenador.

El técnico catalán cumple su segunda temporada en el Reims con la certeza de que su trabajo es el de potenciar a los jóvenes para que den el salto a un equipo mayor. Además de conseguir la salvación de forma holgada, el Reims de Óscar García se caracterizó por ser un equipo con muy buen trato de balón y que ocupaba los espacios de forma brillante. Pese a las limitaciones de su plantilla, la confianza que le dio a los canteranos, unido al buen trabajo táctico del técnico de Sabadell, fueron suficientes para hacer de los rojiblancos uno de los equipos más atractivos de todo el fútbol francés.

Escudo/Bandera equipo

Lo más destacado hasta el momento del mercado de fichajes del Reims ha sido, sin duda, la venta de Hugo Ekitike al PSG. El delantero fue la gran baza ofensiva de los de Óscar García y el club ha recurrido a Folarin Balogun, internacional inglés sub 21 que tendrá la complicada papeleta de hacer olvidar a uno de los mejores jugadores que han pasado por la historia reciente del club champagne. El club ha desembolsado 10 millones de euros en Junya Ito, un extremo japonés que brilló la temporada pasada en el Genk y que seguramente sea la principal amenaza ofensiva de los de Óscar García en el presente curso. La baja de Rajkovic al Mallorca, dejando un gran vacío en la portería, es otro condicionante a un mercado que ha dejado más dudas que certezas en Champaña-Ardenas.

El Reims tendrá que sobreponerse a las bajas si no quiere sufrir en una temporada en la que hay cuatro descensos directos a la Ligue 2. El talento de jugadores como Cajuste, Matusiwa o Lopy en el medio, unido a la explosividad de Van Berger o Zeneli en ataque, combinado con un Kebbal que debería dar un paso al frente esta temporada junto al japonés Ito, hacen del Reims un equipo bastante estimulante que no debería tener problemas para salvar la categoría. Su cantera, una de las más prestigiosas de Francia, deberá ayudar a conseguir los objetivos tal y como siempre ha resaltado Óscar García.

Montpellier

El Montpellier es el equipo más regular de la Ligue 1: acaba siempre en mitad de tabla. Arranca siempre la temporada a un gran nivel, se ve varias jornadas en puestos europeos y, una vez comienza la segunda vuelta, no tiene nada por lo que aspirar porque la plantilla experimenta un bajón que ya es una tradición dentro del fútbol francés. A ello hay que añadirle las continuas bajas importantes que sufre el club temporada tras temporada. Si hace un año se iban Delort y Laborde, una de las mejores duplas de la última década en el campeonato, este verano ha sido el turno de Mollet, el jugador, tras Savanier, más talentoso de la plantilla y que había tirado del carro durante un gran tramo de la temporada pasada. Será un curso complicado en La Mosson, sobre todo por la falta de refuerzos y de ambición de un equipo venido a menos tras haber ganado hace ya una década la Ligue 1.

Olivier Dall’Oglio afrontará su segunda temporada en el Montpellier sin certezas. El técnico, que fue revelación con el Brest por un estilo de juego muy definido, no ha podido aplicar sus ideas en una plantilla que adolece de talento ofensivo y también de fondo de armario para instalarse más allá de la mitad de tabla en la clasificación. Del Dall’Oglio que maravilló en Brest apenas hemos visto cosas en Montpellier, con el que encajó muchos goles y con el que sufrió para asentar un estilo definido por la escasez de recursos.

Escudo/Bandera equipo

El mercado del Montpellier, indudablemente, ha sido complicado por la venta de Florian Mollet. El mediapunta aunaba mucha calidad entre líneas y fue traspasado por apenas 500.000€ al Schalke. Para contrarrestar su dolorosa baja, el club fichó a Arnaud Nordin libre tras descender a la Ligue 2 con el Saint-Étienne. También aterrizó Wahbi Khazri desde el conjunto del Ródano, un futbolista que, pese a su irregularidad, tiene bastante gol. Maouassa y Sainte-Luce han fichado para cubrir la baja de Ristic en el lateral izquierdo y, para el derecho, Falaye Sacko fue el elegido para suplir a Junior Sambia, que fue vendido a la Salernitana.

No se esperan grandes cosas de la temporada del Montpellier, básicamente porque cada año tiene un equipo de menos calidad que el anterior y porque los fichajes, de momento, no auguran un rendimiento inmediato. Si consigue vivir durante toda la temporada más cerca del top 8 que del top 15 será una buena noticia para los de Dall’Oglio. Khazri, a priori, deberá alcanzar una cifra superior a los 10 goles en la Ligue 1 y Savanier seguirá siendo el cerebro de todos los ataques. Si el mediocentro está bien, el equipo se acerca considerablemente a la victoria, por lo que muchas de las opciones de tener más aspiraciones pasarán por sus botas.

Angers

Como el Montpellier, el Angers es otro de los equipos que arranca como un tiro la temporada y se va desinflando poco a poco una vez ve que su objetivo de salvación se ha materializado. Sin embargo, este año será muy distinto, ya que el conjunto angevin ha perdido a varios de sus mejores jugadores, sobre todo en ataque, y no ha realizado un mercado espectacular para contrarrestar sus bajas. Sin duda, los de Baticle son uno de los candidatos a sufrir por no bajar a la Ligue 2, pero si algo ha demostrado el técnico, es adaptabilidad a distintos sistemas.

Baticle, que fue segundo durante muchos años en el Olympique de Lyon, tendrá la difícil papeleta, en su segundo año completo en el Angers y en su segundo como primero, de salvar al Angers. A pesar del esfuerzo que ha hecho la dirección deportiva, que, además, está en dificultades por estar el club sumergido en un proceso de venta, para paliar algunas bajas, la realidad es que el Angers no es mejor equipo que el que terminó en 14º posición allá por el mes de mayo. Fiel a su sistema de cinco defensas, una de las incógnitas es si será algo más ambicioso ahora que no tiene ni a Fulgini ni a Ali-Cho para que corran al contragolpe.

Escudo/Bandera equipo

Sin lugar a dudas, el mercado del Angers no invita al optimismo, por el momento. Es cierto que el club ha fichado a bastantes jugadores (Hountondji en defensa, Hunou en ataque, Abdelli en el medio…), pero lo que es irrevertible son las salidas de Fulgini y Ali-Cho, dos jugadores que dieron muchos puntos la temporada pasada. A pesar de haber mantenido a Boufal, que deberá asumir más galones esta temporada, esas dos ausencias obligan a Baticle a cambiar de sistema y a buscar otras alternativas en ataque que, aunque sean de menor calidad, son complementarias. Traoré, Bahoken o Cabot, todos importantes en el último lustro, también han dejado el club.

El Angers es firme candidato para estar en la pomada por no bajar a la Ligue 2. En una temporada en la que habrá cuatro descensos directos, los de Baticle no pueden descuidarse, ya que una mala racha podría ser sinónimo de infierno. Por ello, deberá acudir al mercado antes del 31 de agosto para realizar más incorporaciones si no quiere vivir una temporada complicada en la que el descenso se convierta en una realidad. No obstante, si atendemos a las últimas temporadas que ha realizado, un buen comienzo podría darle muchísima ventaja respecto a sus rivales directos a la hora de afrontar el tramo final de la competición.

Troyes

Adquirido hace dos años por el City Football Group, el Troyes no tiene la certidumbre de que vaya a salvarse este año. Durante la pretemporada, el vestuario ha tenido problemas con su entrenador, Bruno Irles, e incluso se llegó a hablar en Francia de una destitución del todavía entrenador del equipo. La realidad es que el Troyes tiene la mejor plantilla de la zoma baja de la clasificación y eso debería ser, a priori, una ventaja. Pero todas las tensiones internas que se han producido a lo largo del verano le dejan en una posición bastante delicada para intentar salvarse otro año más.

Bruno Irles afronta su primera temporada completa en el banquillo del Troyes. Cuando el club acudió a sus servicios, la noticia fue un impacto total en el Gran Este, ya que su predecesor, Laurent Battles, tenia al equipo fuera del descenso y, además, su estilo de juego de toque había maravillado un año antes en la Ligue 2. Ortodoxo con un sistema de cinco defensas, todavía no hay ninguna certeza de que vaya a acabar la temporada, ya que durante toda la pretemporada ha acumulado tensiones con varios jugadores de la plantilla y la dirección deportiva llegó a plantearse su destitución.

Escudo/Bandera equipo

Al ser un club satélite del Manchester City, el Troyes tiene el presupuesto más alto de toda la zona baja de la Ligue 1. En cuanto a fichajes se refiere, los de la Champagne desembolsaron 6 millones de euros en el extremo derecho del Atlético Mineiro, Sávio, además de incorporar al defensa ecuatoriano Jackson Porozo o al lateral derecho Alexander Bruus, que llega para cubrir la baja de Biancone, que fichó por el Nottingham Forest tras haber realizado una temporada sensacional en el Troyes como carrilero derecho y como central. También han dejado el club Giraudon, Chambost o El Hajjam, todos ellos suplentes, por lo que ahí se pone de manifiesto que el Troyes es un equipo que no tiene necesidad de vender a sus mejores jugadores.

Como hemos destacado, el Troyes tiene una plantilla que no debería tener problemas para salvar la categoría, pero los problemas con Bruno Irles podrían afectarle directamente en el rendimiento deportivo. El ascendido hace un año a la Ligue 1 cuenta con un elenco de jugadores más que interesante línea por línea: Adil Rami y Abdou Conté en defensa; Kouamé y Chavalerin en el centro del campo y Mama Baldé o Sávio en ataque. Si consigue erradicar los contratiempos extradeportivos que ha sufrido, tiene muchas opciones de seguir otro año más en la Ligue 1.

Lorient

Tras dos años manteniéndose en la Ligue 1, el Lorient decidió poner fin a la etapa de Pélissier en el banquillo en verano. El ex del Amiens, pese a los buenos resultados, no había conseguido sacarle el máximo partido a una plantilla que, a pesar de sus limitaciones, cuenta con varios jugadores de mucha calidad. El conjunto bretón es firme candidato al descenso a la Ligue 2 esta temporada, por lo que deberá, como viene siendo habitual, intentar sacar el máximo número de puntos posibles en estadio si quiere tener opciones reales de salvación.

Para suplir a Pélissier, los bretones decidieron darle las riendas del proyecto a Régis Le Bris, un entrenador sin experiencia en los banquillos de la Ligue 1, pero con un conocimiento exhaustivo del club tras haber pasado muchos años en la cantera de “Les Merlus”. Radicalmente opuesto a su predecesor en el estilo de juego, ya que mientras Pélissier es un entrenador extremadamente conservador, Le Bris es el alumno aventajado de Christian Gourcuff, conocido por sus más de 20 años en el banquillo del Lorient y por haber implantado un estilo de juego de toque que maravilló durante muchos años al fútbol francés e incluso lo asentó en la zona alta de la clasificación.

Escudo/Bandera equipo

Al tener un presidente con un importante poder adquisitivo como es Loïc Féry, el Lorient no tiene necesidad de vender en prácticamente ningún mercado. Ha mantenido a Enzo Le Fée, el jugador con más calidad de toda la plantilla, Terem Moffi, un delantero que suele llegar con facilidad a los diez goles por temporada o Laurienté que, aunque es un extremo bastante irregular, es capaz de decidir partidos por sí mismo por su mera calidad técnica. El club ha incorporado al defensa del Rubin Kazan, Talbi, al lateral izquierdo Yongwa y, para el derecho, Kalulu, uno de los mejores laterales derechos de la pasada Ligue 2, se ha incorporado libre tras acabar contrato con el Ajaccio.

Al no haber sufrido pérdidas importantes, el Lorient tiene el aval de que va a seguir compitiendo, sobre todo en casa, contra cualquier equipo de la Ligue 1. El cambio de estilo de Pélissier a Le Bris sacará el máximo nivel de Enzo Le Fée y de jugadores como Laurienté, Ouattara, Ibrahima Koné o Moffi, que ya era un delantero dominador al espacio, pero con balón se ha mostrado incluso todavía mejor para generar ventajas a sus compañeros. Si consigue potenciar a todos ellos Le Bris, el conjunto bretón tendrá posibilidades de estar en la pomada para no bajar directamente a la Ligue 2.

Clermont

El Clermont fue, sin duda, una de las grandes sorpresas del fútbol francés la temporada pasada. Con un presupuesto limitadísimo, que no alcanza ni los 20 millones de euros, los lanceros se salvaron en un sprint final espectacular y con una plantilla que es inferior a bastantes de la Ligue 2. En el segundo año de su historia en la máxima competición del fútbol francés, los pupilos de Gastien buscarán un milagro todavía más complicado, ya que Bayo, su máximo goleador, fue traspasado al Lille y no ha realizado un mercado esperanzador. El hecho de haber cuatro descensos directos hace todavía más difícil la salvación, pero si algo ha caracterizado a este equipo es a obrar milagros cuando son pocos los que se atreven a vaticinarles un buen resultado.

Pascal Gastien es toda una leyenda en el club. El técnico de 58 años se declaró fan hace años de Guardiola y, pese a las limitaciones del Clermont, ha intentado copiarle aplicando un estilo de juego que intenta tener el mayor tiempo posible la posesión del balón. Esas alternancias y esas variantes que ejecuta en ataque le permitieron, por ejemplo, ganar el curso pasado en el campo del Marsella o batir al Lille, que era el campeón hasta que el PSG cantó el alirón en mayo. La valentía de Gastien, para bien o para mal, puede ser un aval para que el Clermont sueñe con la salvación.

Escudo/Bandera equipo

El Clermont tenía, hasta esta temporada, una filosofía muy clara en el mercado de fichajes: no gastar ni un solo euro. Esa peculiar política le llevó a disputar la Ligue 1 por primera vez en su historia, pero los dirigentes se dieron cuenta de que no podían sostenerse mucho más tiempo así, ya que las opciones del mercado eran mínimas. Después de haber sacado una cifra récord por la venta de Bayo al Lille (14 millones), el Clermont ha superado en el presente mercado la cifra que se había gastado desde su creación en 1990 (330.000 euros por Famara Diedhiou): 1,3 millones de euros por Wieteska, del Legia de Varsovia y un millón por Andric, el delantero elegido para suplir a Bayo. También ha llegado Gonalons para aportar experiencia a los lanceros y para suplir a Samed, que fichó por el Lens a razón de cinco millones. La baja de Houtondji, su mejor central, supone un jarro de agua fría para Gastien, ya que su equipo fue de los más goleados la temporada pasada.

Por la calidad de la plantilla y el fondo de armario, el Clermont es uno de los grandes favoritos para descender a la Ligue 2, más si cabe tras la remodelación del fútbol francés en la que habrá cuatro descensos directos esta temporada. Gastien tendrá que apelar a otro milagro, ya que el del curso pasado fue totalmente inesperado. El hecho de no contar con Bayo le reduce radicalmente las opciones de salvación, pero el técnico ya ha dejado claro a lo largo de su carrera que el colectivo, ese tan importante a la hora de luchar en las trincheras del descenso, está por encima de las individualidades. Los Gastien (hijo del entrenador), Berthomier, Rashani, Allevinah, Dossou (estos dos últimos dos balas en las bandas) o Andric son los jugadores a los que se aferra el club para soñar con salvarse por segundo año seguido.

Toulouse

Tras dos años de ausencia, el Toulouse volvió a lo grande a la Ligue 1. Entre medias, el conjunto violeta hizo una remodelación de su organigrama con la llegada de Red Bird Capital Partners y de, por encima de todos, Damien Comolli, que fue el hombre que puso de moda el Big Data en el fútbol y que en Francia, mediante la base de datos del Football Manager entre otras herramientas, hace los fichajes para sacar un rendimiento inmediato de la plantilla. Comolli no sólo ha ascendido al Toulouse, sino que ha conseguido que una ciudad con un apego fortísimo al rugby vuelva a interesarse por el fútbol, batiendo récords de afluencia la temporada pasada y movilizando a una importante masa social para lograr el retorno a la Ligue 1.

El entrenador del Toulouse es un viejo conocido de La Liga: Philippe Montanier. El exentrenador de la Real Sociedad no había tenido éxito en ningún banquillo desde su salida de los donostiarras. Tras dos años sin conseguir el ascenso con el Lens, el galo encontró la estabilidad que tanto tiempo llevaba añorando en el sur de Francia. A través de un estilo de juego bastante pragmático, que es lo que necesitaba la mejor plantilla de la Ligue 2 y no grandes revoluciones, Montanier afronta una temporada en la que tiene que demostrar que todavía tiene nivel para entrenar a un buen banquillo de la Ligue 1.

Escudo/Bandera equipo

El Toulouse se ha caracterizado, desde la llegada de Comolli, en ser un equipo que aplica al extremo el Big Data para realizar incorporaciones. Aunque en el presente mercado de fichajes no ha habido grandes revoluciones, la realidad es que el exdirector deportivo del Tottenham o Liverpool ya ha sentado las bases del proyecto en los años precedentes. El club desembolsó 2,5 millones de euros en el delantero Dallinga, del Excelsior, invirtió 2 en Aboukhal, un extremo derecho de mucha potencia que viene del AZ y, el lateral izquierdo Olivier Zanden, del Elfsborg, ha fichado por 1,5 millones.

El Toulouse tiene una plantilla de un nivel como para poder asentarse en la mitad de tabla esta temporada. La mejor noticia para Montanier ha sido mantener en la plantilla a Branco Van den Boomen, un mediocentro que la temporada pasada participó en más de 30 goles en la Ligue 2 y que batió el récord de asistencias al tener un golpeo a balón espectacular. Las distintas alternativas que maneja el club en ataque, ya sea para potenciar la técnica de Onaiwu, la velocidad de Ratao o el oportunismo de Healey, pichichi de la pasada Ligue 2, en el área pequeña, hacen del Toulouse un equipo todavía más atractivo y con mimbres suficientes como para dar un susto a la parte alta de la clasificación. En definitiva, los de Montanier no deberían tener muchos problemas para mantener la categoría.

Ajaccio

Tras casi una década, el Ajaccio ascendió, de forma sorprendente, a la Ligue 1. Lo hizo apelando al estilo corso, ese que se sobrepone a las adversidades y que compite siempre pese a las limitaciones de sus equipos. Pantaloni, un auténtico mito en la ciudad, lo devolvió a la máxima categoría del fútbol francés batiendo el récord de menos goles encajados y ganando la mayoría de sus partidos por la mínima. Si consigue la salvación, pues es uno de los equipos con menos recursos de toda la categoría, obrará una proeza al alcance de su inesperado ascenso la temporada pasada.

En su novena temporada en el banquillo del Ajaccio, Olivier Pantaloni se ha erigido como uno de los entrenadores más ‘franceses’ que existen. Prioriza el resultadismo, su sistema predilecto es el 4-4-2 en el que los jugadores no se mueven prácticamente del lugar en el que tienen que estar y, cuando repliega, es muy difícil marcarle gol. Sin dudas, el no encajar fue el principal motivo por el que se explica su ascenso a la Ligue 1, ya que la plantilla no era ni de las cinco mejores de la categoría.

Escudo/Bandera equipo

No se puede decir que el mercado del Ajaccio haya sido malo. Para un recién ascendido, a veces la experiencia es un valor añadido que te acerca inmediatamente a los objetivos, por lo que el club priorizó las incorporaciones de jugadores que superaran la treintena de edad. Así llegó Romain Hamouma, un jugador que, durante muchos años, fue de los más talentosos de la Ligue 1, aunque las lesiones le privaron de llegar a algo más. También ha fichado a Alphonse, un lateral derecho cumplidor y veterano que llega para suplir la baja de Kalulu, pieza clave en el ascenso la temporada pasada. Mayembo, un central muy poderoso en el juego aéreo, aterriza en Córcega para formar junto a Oumar Gonzalez una pareja férrea en el área, que es dónde se hace fuerte el equipo de Pantaloni.

El Ajaccio buscará mantenerse en la Ligue 1 con una de las plantillas más cortas y limitadas de toda la competición. El 4-4-2 innegociable de Pantaloni, que únicamente busca defender y aprovechar las pocas ocasiones que genera, deberá hacerse fuerte en su estadio, el François Coty, y buscar rascar puntos en partidos de poco ritmo para llegar vivo al tramo final de la liga. Con cuatro descensos directos a la Ligue 2, los corsos están en una posición bastante delicada para no bajar. Si Oumar Gonzalez mantiene el nivel de la temporada pasada en defensa, si Mangani le da ese grado de experiencia al equipo en el medio y si Hamouma consigue acercarse a los diez goles en la Ligue 1, el Ajaccio puede soñar con una salvación que sería toda una sorpresa en vistas del equipo que tiene.

Auxerre

En un playoff dramático contra el Saint-Étienne, el Auxerre volvió tras más de una década a la Ligue 1. Hace poco más de 12 años, el equipo de la Borgoña estaba disputando la fase de grupos de la Champions ante equipos como el Real Madrid. Una crisis institucional lo envió a la Ligue 2, en la que ha sufrido mucho para volver al lugar que se merece. Con Jean-Marc Furlan a la cabeza, un entrenador que ya ha ascendido a tres equipos a la Ligue 1, el Auxerre quiere asentarse en la élite del fútbol francés a pesar de las dificultades que eso conlleva.

Jean-Marc Furlan llegó al Auxerre en 2019 y, tras dos años en los que rozó el ascenso, a la tercera fue la vencida. Furlan, entrenador atípico en Francia por su estilo de juego, ofensivo en todos los sentidos, se ha erigido como un experto en ascensos a la Ligue 1. Lo logró con el Troyes, hizo lo mismo con el Brest y con el Auxerre, con el que nunca partía como favorito para subir de categoría, encontró su premio en el playoff contra el Saint-Étienne este año. Si en algo destaca es en convencer a todos los jugadores de plasmar su idea de juego en el campo, además de ser un entrenador que sabe encontrar variantes que benefician a su equipo a lo largo de los partidos.

El Auxerre no ha desembolsado ni un solo euro en todo el mercado de fichajes. Todos los jugadores que han aterrizado en la Borgoña han sido en calidad de agentes libres. Costil, veteranísimo portero que descendió la temporada pasada con el Burdeos, debería ser el guardameta titular a pesar del gran rendimiento de Donovan Leon bajo palos. M’Changama, uno de los mejores lanzadores de falta de la Ligue 2, ficha para darle un salto cualitativo al equipo en el mediocampo y los defensas, Dennys Bain y Pereira, considerado este último una de las mayores promesas de la cantera del Lens, también deberían aportar con bastantes minutos a lo largo de la temporada. Así como el exjugador del Barcelona, Kays Ruiz-Atil, que vuelve al fútbol francés (estuvo en el PSG) para darle desborde y verticalidad a Furlan. La venta más dolorosa ha sido, sin duda, la de Arcus, que fichó por el Vitesse tras varios años a un gran nivel en segunda división.

Es evidente que uno de los hándicaps que tiene el Auxerre es la falta de experiencia en la Ligue 1, competición que no conoce desde hace una década y en la que equipos con tan poco presupuesto suelen sufrir para mantener la regularidad a lo largo del campeonato. La experiencia de algunos jugadores como Quentin Bernard, Birama Touré o Autret pueden sumar, pero la salvación pasa por las botas de Hein, un jugador que domina las dos piernas, tiene muchísimo talento para generar ocasiones en situaciones adversas y que se erigió la temporada pasada como un líder en el campo. Si Hein es regular, el Auxerre podrá soñar con una hipotética salvación, que es a lo máximo a lo que puede aspirar en estos momentos.