El Sevilla se sigue frotando las manos con el traspaso de Bryan Gil al Tottenham el verano pasado, 25 millones (más objetivos) y el pase del argentino Erik Lamela que el de Barbate no ha conseguido justificar todavía. Tiene mucho tiempo para reivindicarse y valer mucho más dinero, es verdad: apenas ha cumplido los 21 años.
De momento Antonio Conte lo ha llevado a la gira coreana, y eso propicia que este sábado se reencuentre con el equipo nervionense durante un amistoso en Suwon. Bryan llega al partido con crédito acumulado: sorprendió con su habitual desparpajo, acompañado esta vez de mordiente arriba, en el primer amistoso del Tottenham en Asia, ante un combinado de la K-League. Bryan asistió a Erik Dier, tras una gran jugada del central, en uno de los tantos de la goleada (3-6) inglesa.
Lopetegui no renegaba del futbolista, ni mucho menos, pero lo que dejó en la caja de caudales del Sánchez-Pizjuán le hacía falta a Monchi para los refuerzos. El mal comienzo de campaña del Tottenham convirtió a Bryan en uno de los señalados mientras caía en el banquillo el portugués Nuno, y el Valencia le reclutó cedido para la segunda mitad de la campaña. En Mestalla, a las órdenes de Bordalás, el gaditano vivió un inicio brillante que se fue diluyendo con el paso de los partidos. Normal, dado que pasó de competir poco a casi ‘matarse’ a minutos y carreras, bajo la intensa disciplina que propone el preparador alicantino en sus equipos.
Ahora Conte le dará al extremo la oportunidad que no han tenido Lo Celso, Winks, Ndombele ni Reguilón, al que por cierto pretende el Sevilla recuperar para su lateral diestro. Regui fue uno de los mejores anfitriones de Bryan cuando llegó a Londres, un lugar donde el barbateño todavía espera triunfar. Hace solamente unos pocos meses, Luis Enrique sorprendía con su convocatoria para la selección absoluta. Su capacidad para ejercer de extremo con perfil clásico, capaz de vivir pegado a la cal y partir desde ahí, le daba otra alternativa al entrenador asturiano en la Roja.
Aquel interés de la Selección puede revivir en cualquier momento. Bryan lo sabe, y por eso mira el Mundial de Qatar. El Sevilla, este sábado, le da otra buena ocasión de demostrarle cosas a Conte, despertar el interés de otros equipos importantes y, de paso, lanzar un mensaje a los que todavía sonríen por su venta en Nervión: ‘cuesta mucho más de 25 millones, os equivocabais’.