¡Tengo miedo al dentista!!
El miedo (al dentista) es un estado emocional que surge como un mecanismo de defensa ante una situación de peligro, la expectativa de algo desagradable, o la angustia que genera lo desconocido. En algunos casos, el miedo es beneficioso pues crea una posición de alerta que nos protege de una situación de peligro real; pero en otros casos el miedo puede ser muy negativo pues nos descontrola, puede llevarnos a un comportamiento irracional, paralizarnos o huir de situaciones que pudiesen producir sensaciones negativas y dolor. Algunos dentistas se vuelcan completamente en conseguir mejores resultados aprovechando la ausencia del dolor. Es el caso de la Dra. Maria Perez Morales, que trabaja en Dubái. Con ella hablamos para elaborar este artículo.
Miedo al dentista
Uno de los mayores miedos que presenta el ser humano es el miedo al dentista, y está reconocido por la Organización Mundial de la Salud como un trastorno que genera respuestas negativas para el bienestar y la calidad de vida en las personas que lo padecen. “Algunas personas se ponen muy nerviosas solo con pensar en ir al consultorio y este miedo les puede afectar negativamente”, nos cuenta la Dra. María.
Niveles del miedo en el dentista
El miedo puede manifestarse básicamente a tres niveles:
- Ansiedad: causada por el desconocimiento del tratamiento y el ambiente en que se va a recibir; algunas veces se suma una sensación de vulnerabilidad ante la valoración nuestra condición bucal.
- Miedo propiamente dicho: causado principalmente por malas experiencias en la consulta odontológica, por la expectativa de sentir dolor, y por la perspectiva de perder el control sobre lo que queremos recibir de tratamiento.
- Odontofobia: causada por una respuesta emocional muy intensa y que lleva al paciente a huir del tratamiento y a evitar su cita con el dentista. Afecta a un buen número de personas. Según la doctora Perez Morales, “cuando no se controla, se transforma en una sensación de terror y pánico que paraliza al paciente y al tratamiento”.
Consecuencias de tener miedo en el dentista
Cuando este miedo al Dentista no es controlado correctamente, se produce una falta de cooperación por parte del paciente, con consecuencias que pueden ir desde falta de una atención primaria adecuada a cada caso, hasta la necesidad de tratamientos más complejos e “incremento de los gastos, pues a medida que los procedimientos son más difíciles, el coste de estos también se incrementa”, señala la odontóloga.
Cómo controlar el miedo en la consulta
Nos lo explica la doctora: “El control de la ansiedad y del miedo al tratamiento lo iniciamos desde que el paciente entra a la oficina, con un ambiente relajado y cómodo en la sala de espera, y debe continuarse dentro del consultorio con una atención conjunta de las emociones, utilizando técnicas de anestesia y el uso de tecnología de última generación que disminuya el tiempo de tratamiento y asegure una buena experiencia durante el tratamiento”.
“Otro aspecto que nos ayuda a brindar confort al paciente, es la correcta indicación postoperatoria de analgésicos y antiinflamatorios que nos ayuden a controlar la posibilidad de dolor después de que el paciente sale de nuestra consulta“.
Como en toda la medicina, es importante obtener la confianza y la cooperación del paciente, y para esto él debe estar informado de todos los pasos del procedimiento, debe obtener respuesta a todas sus dudas y contar con la posibilidad de controlar la duración del tratamiento o disminuir el ritmo de este.
Algunas técnicas para controlar el dolor o la ansiedad
La doctora María nos cuenta algunas técnicas para evitar el miedo en el dentista que dependen de las necesidades de cada paciente. “Tanto para los casos severos de ansiedad como para las fobias, puede indicarse la medicación con ansiolíticos previa a la visita dental. En el momento del tratamiento podemos hacer uso de la sedación consciente con Óxido Nitroso la cual se logra mediante la administración controlada de oxígeno y óxido nitroso por vía inhalatoria. Este procedimiento requiere entrenamiento especial que recibimos los odontólogos más interesados en este tema. Permite a relajación del paciente para poder trabajar de manera eficiente por periodos de tiempo entre 30 a 45 minutos“. En los casos de fobias severas, personas con trastornos severos de conducta, pacientes que ya están tomando otros medicamentos incompatibles o en los casos de procedimientos múltiples que requieran mayor control del dolor en el paciente, el dentista puede contar con la ayuda de un anestesista que puede realizar una sedación más profunda.
Conclusión
Por último, la doctora nos señala un punto muy interesante. “Muchas veces cansamos a los pacientes haciéndoles pasar por diferentes especialistas, lo que aumenta su ansiedad. En mi caso particular y como odontólogo endodoncista, estoy facultada para evaluar y tratar todos los casos relacionados con mi especialidad. También puedo evaluar y detectar otros problemas y patologías que pueda presentar un paciente y que tengan que ver con cualquier otra área de la odontología. En ese caso, con un buen diagnóstico se puede dar la solución correcta al paciente. Bien sea tratándolo directamente o derivándolo al especialista adecuado para conseguir una resolución rápida de su problema. Por eso es clave asegurar el diagnóstico lo antes posible para ejecutar el tratamiento en el menor tiempo posible, lo que sin duda reduce la posibilidad de dolor”.
El tratamiento dental es hoy en día puede y debe ser una experiencia sin dolor, así que ya no hay excusa para postergar tu visita. Se acabó tener miedo al dentista.
La Dra. Maria Perez Morales es dentista y endodoncista en Dubái. Uno de sus mayores esfuerzos en su consulta ha consistido siempre en evitar dolores innecesarios a sus pacientes.
Fotos: la Dra. Maria Perez Morales en su consulta / Consulta de The Clinic